La Reunión ha convivido desde siempre con riesgos naturales. Pero a partir de 2011, las interacciones con tiburones sarda y tigre se han recrudecido y a lo largo de la última década se ha convertido en el lugar del mundo con mayor mortalidad por estas agresiones. La comunidad científica, que se ha movilizado para desarrollar medidas de protección, busca aún una explicación a estos encuentros.
Los ataques de tiburón tigre a humanos registrados en el noreste de Brasil en los últimos años han motivado a los investigadores a conocer mejor el hábitat y el comportamiento de esta especie. Un estudio indica que los ejemplares más jóvenes permanecen más cerca de la costa, en aguas cálidas y poco profundas, mientras que, a medida que van ganando tamaño corporal, son capaces de profundizar en aguas más frías del océano.