Eduardo Fernández Jover lleva años buscando fórmulas para mejorar la calidad de vida de los ciegos. La última apuesta de este investigador, director del Grupo de Neuroingeniería Biomédica de la Universidad Miguel Hernández, es un microchip que sirva de enlace entre el cerebro y un ojo dañado para mejorar la movilidad y orientación de los enfermos.
Con más de 20 años de experiencia en la física de la visión, Susana Marcos (Salamanca, 1970) ha desarrollado patentes, ha ganado premios, ha dirigido el Instituto de Óptica del CSIC y desde 2012 es miembro del consejo de dirección de la Sociedad Americana de Óptica. Su último logro ha sido conseguir 150.000 euros de Europa para desarrollar un simulador que ayude a los pacientes a escoger la lente que mejor se adapte a cada ojo.
Científicos británicos han diseñado por primera vez unas gafas especiales –con una lente azul y otra verde– a unas mantis religiosas, protagonistas esta semana de nuestro #Cienciaalobestia. Los resultados confirman que este invertebrado usa una percepción visual en tres dimensiones para cazar con eficacia.
Experimentos con palomas han demostrado que pueden diferenciar tumores de mama benignos y malignos en imágenes biomédicas. Es más, son capaces de aprender a clasificarlas. Los investigadores no creen que estas aves acaben siendo usadas en hospitales, "pero sí podrían utilizarse para desarrollar buenos materiales de formación, y evaluar la calidad de nuevas técnicas de imagen".
Las funciones visuales, como la percepción de la dirección del movimiento, se empiezan a desarrollar poco después de nacer y continúan su progreso mientras los bebés crecen. Ahora, un nuevo estudio publicado en PLoS Biology revela que las áreas cerebrales responsables de la visión comienzan su expansión a una edad muy temprana.
Las personas con un tipo de daltonismo muy común (el dicromatismo rojo-verde) se inclinan por el color amarillo en la paleta de colores, frente al azul que eligen aquellas sin alteraciones en la visión del color. Es una de las conclusiones de un estudio dirigido por la Universidad Complutense de Madrid, que analiza por primera vez las preferencias cromáticas en este colectivo.
Imagen del ojo biónico, Argus II. / Second Sight Medical Products
Argus II es un dispositivo que funciona como un implante en la retina, conocido también como ojo biónico, y que se aplica en pacientes con ceguera por retinosis pigmentaria. Ahora, los resultados de un ensayo clínico, realizado durante tres años por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), demuestran la eficacia y la seguridad a largo plazo de este dispositivo que mejora la función visual y la calidad de vida de los afectados por esta enfermedad degenerativa.
El ojo seco es la enfermedad ocular más común en el mundo y se da especialmente en las personas mayores. Ahora, investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y otras instituciones europeas, han descubierto el mecanismo molecular que provoca las molestias derivadas de esta dolencia ocular.