Las náyades o almejas de agua dulce suponen el 90% de la biomasa de los lechos de ríos y lagos y filtran las masas de agua, lo que las convierte en las depuradoras naturales de los hábitats acuáticos. Un nuevo estudio, en el que han participado investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), alerta de los peligros a los que se enfrentan estos moluscos, imprescindibles para mantener este tipo de ecosistemas.