Con sus superpoderes podrían barrer a cualquier héroe de Marvel. Se sienten cómodas en los ambientes más inhóspitos del planeta y son capaces de alimentarse de una manzana, de plástico o de uranio. Cada poco tiempo, los microbiólogos descubren nuevas especies con sorprendentes capacidades. Son responsables de muchas enfermedades, pero también de gran parte de los flujos de carbono, oxígeno y nitrógeno en nuestro planeta y, por tanto, de la vida tal y como la conocemos.
Con su guitarra siempre al hombro, una sonrisa en el rostro y un inconfundible acento gaditano, Francisco Cornejo es el científico elegido para representar a España en el 20 aniversario de las acciones Marie Skłodowska-Curie, el mejor programa de becas de investigación de la Unión Europea. Durante los próximos tres años, Cornejo desarrollará, gracias a una beca, un proyecto para entender la simbiosis marina desde un punto de vista evolutivo.
El italiano Luca Parmitano, al que sus compañeros apodaron ‘el novato’, fue el astronauta más joven en vivir seis meses a bordo de la Estación Espacial Internacional, un viaje que le ha marcado de por vida y que espera poder repetir. El cosmonauta ha contado esta semana en Barcelona cómo es el sueño de volar al espacio, una experiencia que, por ahora, solo está al alcance de unos pocos afortunados.
La danza está presente en todas las culturas y el ser humano es el único animal que la festeja. Hoy se celebra su día internacional, y aunque la comunidad científica sigue sin desentrañar su origen y significado sí ha demostrado que bailar nos hace sentir bien y nos une a aquellos que se mueven en sincronía con nosotros.
Son baratos, no necesitan prescripción médica, su producción anual alcanza los miles de millones y no hay rincón en el mundo donde no se conozcan. Pese a eso, las cifras sobre nuevas infecciones por VIH y embarazos no deseados delatan cada año que el preservativo está infrautilizado. Tras 50 años sin novedades, diseñadores, científicos y sexólogos exploran nuevos materiales y estrategias para mejorar este producto y potenciar su uso.
Una relación fuerte y sana entre los bebés y sus cuidadores es imprescindible en la evolución de cualquier criatura. Los partidarios de la ‘maternidad natural’ promueven tres prácticas para afianzarla: el colecho, la lactancia y el porteo. Sin embargo, sus reglas no son ni necesarias ni suficientes, según la ciencia que estudia el desarrollo del niño. El vínculo seguro se consigue respondiendo a sus necesidades físicas y emocionales y, para eso, no valen tres trucos.
La investigación no solo avanza enfundada en una bata blanca. Algunos científicos llevan vidas más parecidas a la de Indiana Jones: se sumergen en aguas abisales, muestrean en ambientes donde el menor despiste puede ser una trampa mortal, manipulan animales con venenos letales para los que no hay antídoto... Son conscientes del riesgo que implica su oficio y disfrutan de él.
Los niños no son adultos bajitos. Por eso, las terapias para ellos no pueden ser una simple adaptación de las nuestras. Los menores son imprescindibles en investigaciones sobre su salud: ensayos clínicos, estudios de vacunas, análisis epidemiológicos y trabajos sobre su desarrollo cognitivo requieren a la población pediátrica. Incluso hay equipos científicos que cuentan con la opinión de los pequeños en el diseño de los experimentos.
Tras haber interrumpido durante más de un año una serie de experimentos diseñados para generar peligrosos agentes patógenos, el Gobierno de EEUU debe decidir si permite reanudarlos y, en ese caso, cómo serán legislados. Los beneficios de estos estudios son discutibles y los riesgos que implican, aunque remotos, incluyen la palabra “pandemia”.
La decisión de dar teta o biberón es una de las que más inquietan a las madres recientes. Una opción personal se ha convertido en objeto de un debate social donde se cruzan razones científicas con modelos de crianza y conciliación. Mientras unos acusan a las que no amamantan por privar a sus bebés de una fuente de salud y apego, otros murmuran cuando un niño con dientes baja el sostén a su madre. Hoy nadie duda de los efectos positivos de la lactancia materna; sin embargo, algunos estudios cuestionan sus propiedades protectoras a largo plazo.