El rover Curiosity de la NASA ha detectado que los niveles de metano en la atmósfera marciana, cerca del cráter Gale, son menores de lo esperado, aunque de vez en cuando sus concentraciones se disparan durante unos días. Después, vuelve a desaparecer por algún mecanismo desconocido. Los científicos están desconcertados porque no saben qué fuente emite este gas, que en la Tierra se asocia a la actividad biológica.
Caída de la red eléctrica, fallos en las comunicaciones por radio y telefonía móvil, alteración de la ionosfera de la Tierra. Estas pueden ser algunas consecuencias de las fulguraciones y emisiones intensas del Sol. Para vigilar la actividad de nuestra estrella nace hoy el Servicio Nacional de Meteorología Espacial, una aplicación web cuyo funcionamiento explica a Sinc su coordinadora, Consuelo Cid (Guadalajara, 1967) desde la Universidad de Alcalá de Henares.
Consuelo Cid, profesora de la Universidad de Alcalá de Henares, coordina el Servicio Nacional de Meteorología Espacial. / SINC
Ratios D/H en distintos cuerpos del sistema solar. / ESA
El Observatorio de Calar Alto (CAHA, MPG-CSIC) ha probado un innovador dispositivo óptico denominado 'peine de luz' desarrollado en Alemania por el Instituto Leibniz de Astrofísica y el centro innoFSPEC. Este instrumento permite mejorar la calibración de los espectrógrafos, gracias a los que se conocen la composición, la temperatura o la rotación de los objetos celestes.
Fotos reales del monte Sharp y las rocas estratificadas observadas por Curiosity, junto a ilustraciones de cómo pudo ser el antiguo lago marciano y un modelo q para explicar la formación del monte. / NASA/JPL-Caltech/ESA/DLR/FU Berlin/MSSS
La Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) ha lanzado hoy la sonda Hayabusa 2 desde el centro espacial de Tanegashima, al suroeste del país. La nave recorrerá 300 millones de kilómetros para posarse en un asteroide llamado 1999 JU3, recoger muestras y traerlas de vuelta a la Tierra en 2020. Los resultados ofrecerán nuevos datos sobre el origen del sistema solar y la vida en la Tierra.
La luz intermitente que emiten los púlsares, los relojes más precisos del universo, sirve a los científicos para verificar la teoría de la relatividad de Einstein, sobre todo cuando estos objetos se emparejan con otra estrella de neutrones o una enana blanca e interfiere su gravedad. Pero esta teoría se podría analizar mucho mejor si se encontrara un púlsar con un agujero negro, salvo en dos casos puntuales, según informan investigadores de España y la India.
Descubrir un pulsar orbitando un agujero negro podría ser el ‘santo grial’ para testear la gravedad. / SKA Organisation/Swinburne Astronomy Productions
Plásmidos de ADN sujetos al exterior de un cohete pueden sobrevivir al lanzamiento y al vuelo espacial. / Adrian Mettauer