Las ciencias farmacéuticas se encuentran en un momento de gran interés desde el punto de vista investigador. El conocimiento del genoma humano plantea nuevos retos al farmacéutico. “Uno de ellos es adaptar la farmacología a las necesidades de cada paciente. En la actualidad, la farmacogenómica se utiliza en algunos tratamientos oncológicos, pero en los próximos años estará disponible en nuestra actividad diaria”, aseguró María Teresa Miras Portugal, presidenta de la Real Academia Nacional de Farmacia, con motivo de una conferencia que impartió en la Universidad de Navarra.
Por otro lado, los microRNAs se presentan como una nueva alternativa farmacológica. A diferencia de los fármacos tradicionales, que actúan en una diana, el empleo de microRNAs permite bloquear el curso de procesos celulares alterados. En opinión de María Teresa Miras, “sin darnos cuenta estamos instalados en rutinas confortables: se fabrican compuestos nuevos que son fármacos antiguos modificados. Por ello, la investigación genómica plantea un papel muy importante al farmacéutico. Además, se trabaja al límite entre el fármaco y el tóxico, por lo que tiene una gran responsabilidad en su aplicación clínica”.
Farmacia y neurociencias
María Teresa Miras es doctora en Farmacia y especialista en neurociencias. Se trata de dos disciplinas que van muy unidas ya que muchos de los fármacos que se desarrollan actualmente van dirigidos al sistema nervioso. En la actualidad trabaja en el estudio de las terminales sinápticas. “Hemos descubierto que hay receptores funcionales ionotrópicos en la zona presináptica, cuando hasta ahora se pensaba que su funcionalidad se dirigía hacia la zona postsináptica. La investigación en este campo nos ayudará a profundizar en el proceso neurodegenerativo”.
María Teresa Miras es la primera mujer que preside la Real Academia Nacional de Farmacia. “Parece que es una situación excepcional, pero se debe simplemente a que las mujeres nos vamos incorporando a puestos de trabajo, como fuimos accediendo a la universidad. Para llegar hasta aquí me he beneficiado de una serie de profesoras que rompieron fronteras, como María Pilar Fernández Otero, profesora de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Navarra, y que fue la primera catedrática de Fisiología. Soy la primera presidenta de la Academia pero vendrán otras, no por ser mujeres sino por valía”.