Paco Real nació en Barcelona, estudió medicina en la UAB y trabajó en el Memorial Sloan-Kettering Cancer Centre de Nueva York durante 7 años. De allí regresó hace cerca de 20 años para coordinar lo que ahora es la Unidad de Investigación en Biología Celular y Molecular del IMIM. Estudia los mecanismos moleculares del cáncer pancreático y el cáncer de vejiga, es profesor de la UPF, padre de una niña de 8 años y amante de la música y la lectura.
¿Cómo acabó haciendo investigación?
Cuando tenía 12 años vino un nuevo vecino al 3 º 2 ª que era inmunólogo. Él me hablaba de las "bulinas" y yo me preguntaba qué querrían decir las primeras 4 sílabas que no entendía, "immunoglo-" ... Cuando lo descubrí, estudié medicina en la UAB con la intención de hacer investigación en inmunología. Después, recibiendo clases en el Hospital de Sant Pau, tropecé con dos excelentes médicos que hicieron que me interesara por la medicina clínica. De hecho fui muy afortunado al tener dos verdaderos maestros en el hospital, uno en la clínica (César Díaz) y uno en el laboratorio (José Luis Rodríguez), la mayoría de gente no tiene ninguno. Ellos me regalaron su tiempo y conocimientos, y eso no lo olvidaré nunca.
Entonces marchó a Nueva York...
Como aquí era muy difícil compaginar la investigación y la práctica médica, rechacé la plaza MIR y me fui a EEUU; hacía la tesis en inmunología del cáncer en el hospital Memorial Sloan-Kettering y al mismo tiempo hacía actividad clínica.
Volvió a Barcelona para incorporarse al IMIM en 1988. ¿Por qué?
Por que no quería pasarme toda la vida pensando en que quizás un día habría de volver a casa. Aún era joven y decidí darme 4 años para ver si podía desarrollar mi trabajo aquí. El 6 de enero de 1992, exactamente 4 años después, me puse a hacer sumas y restas y el resultado fue positivo, así que aquí estoy.
¿Cómo fue la vuelta?
Fueron unos años muy interesantes. El IMIM hacía años que existía, pero hacía tiempo que no funcionaba! Tuvimos que hacer ciertas reorganizaciones y ayudó mucho tanto la gente que ya era del IMIM como la nueva gente que se incorporó. La situación ahora ha cambiado mucho, el PRBB era algo inimaginable entonces. Aquel día de Reyes que volví a Barcelona nunca se me hubiera ocurrido pedir un regalo como este!
¿Pero dejó de practicar medicina?
Al principio hice cierta actividad asistencial en el Hospital del Mar, ahora ya no. Pero cuando veo a un médico hablando con un paciente tengo mucha envidia. Y mi investigación está totalmente condicionada por mi formación médica. Cuando investigo pienso en enfermedades, no en moléculas.
Y también ha dejado de hacer ciencia "de poyata"...
Cuando estoy aquí sí, el grupo se ha hecho mayor y requiere mucho tiempo. Pero he pasado temporadas fuera un par de veces, en Francia y en EEUU, para hacer experimentos. Es una lección de humildad que todo científico debería hacer; ves que los experimentos no salen y entiendes a tus estudiantes de doctorado.
¿Qué es lo mejor y lo peor de ser un científico?
Lo mejor, que eres libre y no tienes límites. Lo peor, que el límite eres tú mismo... Pero para paliar eso siempre puedes colaborar, y "quien a buen árbol se arrima...".
¿Qué sería si no fuera científico?
Me puedo imaginar haciendo muchas cosas diferentes, pero me gustaría ser librero de los que ya no existen, los que leen muchos libros, y hablan con los clientes.
¿Cuál ha sido el mejor momento de su carrera científica?
Todavía no ha llegado (espero!), es siempre mañana.