Un equipo del Centro de Regulación Genómica de Barcelona ha desarrollado una técnica que combina datos de la secuencia y la estructura de las proteínas para esclarecer cómo unas especies se relacionan con otras en el árbol de la vida. El hallazgo ayudará también a rastrear nuevas amenazas infecciosas y a diseñar mejores terapias.
Un estudio en ratones publicado en Nature Communications y dirigido por dos científicas españolas desvela un nuevo mecanismo por el que un tipo de grasa del organismo se quema para producir calor. En este proceso es clave una proteína llamada MCJ, cuya regulación puede eliminar grasas y ofrecer nuevos tratamientos contra la obesidad y sus riesgos asociados.
La mitad de la población mundial alberga esta bacteria, que, en los casos más extremos, puede producir cáncer de estómago. Es la infección bacteriana más común y se transmite por contagio. El tratamiento antibiótico la elimina con una eficacia del 90 %, aunque la resistencia está aumentando.
El diagnóstico precoz de esta enfermedad es clave para facilitar el acceso a tratamientos orientados al control y manejo de los síntomas. Sin embargo, no siempre se consigue. El avance de este equipo de investigadores de EE UU podría optimizar la precisión en su detección.
Un estudio en ratones, publicado en Cell, revela que durante el sueño profundo pulsos de norepinefrina, emitidos cada 50 segundos, contribuyen a eliminar los residuos cerebrales. Este proceso es clave para la salud y su interrupción puede estar relacionada con el desarrollo de enfermedades como el alzhéimer. El uso continuado de somníferos también puede deteriorarlo.
Las proteínas inestables son la principal causa de la formación de cataratas hereditarias y también contribuyen a diferentes tipos de enfermedades raras neurológicas, del desarrollo y musculares, según un estudio del CRG publicado en la revista Nature. Tres de cada cinco de las 621 mutaciones estudiadas causaron una disminución detectable en la estabilidad de las proteínas.
El desarrollo de esta técnica permite detectar la proliferación de tumores cerebrales en modelos de roedor con una precisión sin precedentes. Este avance combina tecnología óptica avanzada y herramientas moleculares para iluminar el cerebro desde el interior sin necesidad de alterarlo.
En el futuro, la administración de fármacos terapéuticos exactamente en el lugar del cuerpo donde se necesitan podría ser tarea de robots en miniatura. Un nuevo estudio ha probado estas esferas microscópicas en ratones con tumores de vejiga, y lograron resultados prometedores.
Un estudio coliderado por el Instituto de Neurociencias de Alicante ha descubierto los genes que controlan la migración celular de la que depende el desarrollo de la estructura facial. El trabajo abre vías a una mayor comprensión de las causas genéticas tras ciertas enfermedades congénitas.
El estudio de las estrategias de los fagos para infectar a la célula bacteriana es esencial en el diseño de alternativas a los antibióticos que permitan tratar infecciones causadas por bacterias multirresistentes. Los resultados de este trabajo suponen un avance en el conocimiento del sistema de comunicación molecular ‘arbitrium’.