Una de las tácticas de estos microorganismos infecciosos consiste en recubrir sus membranas celulares con una biopelícula densa y pegajosa que actúa como escudo para evitar que entren estos fármacos y los eliminen. Investigadores daneses han encontrado ahora una forma de acabar con esta estrategia.
Insertar, invertir o eliminar secuencias largas de ADN en posiciones específicas del genoma de bacterias es posible gracias a una nueva herramienta que utiliza los llamados ‘puentes de ARN’. Esta estrategia ofrece un corta-pega más eficiente, en comparación con los métodos actuales. Sin embargo, aún no se ha demostrado que el sistema funcione en células humanas.
Pese a llevar una dieta normal, las células pueden recibir la señal de que tienen un exceso de nutrientes. Eso hace que órganos como el páncreas, el hígado y los riñones funcionen mal y se inflamen. Un nuevo estudio, realizado en roedores pero extrapolable a humanos, propone que actuando solo sobre dicha hinchazón se pueden aliviar los síntomas y aumentar la supervivencia.
Los hospitales Clínic y Bellvitge, en Barcelona, son pioneros en utilizar este tratamiento para curar infecciones recurrentes por la bacteria C. difficile, del que se investiga su uso en enfermedades neurológicas, metabólicas e incluso cáncer. Acaban de abrir el primer banco de microbiota intestinal público de España.
Un estudio sobre miles de tumores mamarios ha descubierto que las secuencias genéticas hereditarias son potentes predictores de la enfermedad y de su mortalidad. La nueva información podría ayudar a abordar la dolencia en etapas tempranas.
La forma en que las células tumorales mueren con la quimioterapia resulta diferente de lo que se creía hasta ahora. Un equipo científico de Países Bajos ha encontrado la función clave que tiene el gen Schlafen11 en este proceso. Los autores creen que el hallazgo podría ser clave en futuros tratamientos.
Investigadores españoles han identificado una molécula que está directamente relacionada con la expresión de la proteína priónica celular, presente en la superficie de las células neuronales. El estudio facilita el diagnóstico temprano de la enfermedad en etapas asintomáticas en muestras de sangre, lo que favorece su tratamiento precoz.
El fragmento, con un tamaño similar a medio grano de arroz, contiene 57.000 células, 230 milímetros de vasos sanguíneos y 150 millones de sinapsis. En conjunto, equivale a 1.400 terabytes de datos. El mapa 3D muestra con detalle cada célula y su red de conexiones neuronales. Los autores esperan que los resultados, que estarán en abierto, contribuyan a conocer mejor el cerebro y al desarrollo de nuevas terapias.
Un tratamiento experimental ha conseguido optimizar la agudeza visual y la calidad de vida en pacientes con amaurosis congénita de Leber, que causa una severa pérdida visual tras el nacimiento. Por primera vez, la tecnología CRISPR se ha usado para la edición de genes en vivo, es decir, dentro del cuerpo humano.
Dónde, cómo y en qué momento se desencadena un mecanismo molecular fundamental para el desarrollo de la enfermedad. Esto es lo que han descubierto científicos de la Universitat Autònoma de Barcelona, un hallazgo que permitirá diseñar estrategias para inactivarlo.