Ben Marx, ingeniero industrial por la Universidad Técnica de Darmstadt (Alemania)

"Lo que está en nuestras cabezas es privado y todo lo demás es público"

Tiene un MBA del Henley Management College, en Reino Unido, y 12 años de experiencia profesional en el sector de Tecnologías de la Información (TI), tanto en el área de gestión como en el lado proveedor. Desde 2001 Ben Marx se encarga de la relación técnica con desarrolladores de software en la mitad suroeste de Europa, con un enfoque especial en España. El 22 de marzo imparte una conferencia sobre software y servicios en la Universidad Carlos III de Madrid.

Ben Marx
Ben Marx.

¿Cuándo comenzó a interesarse en el mercado de las soluciones informáticas?

Estuve trabajando en temas de informática durante la carrera como ingeniero industrial. Al principio eran cosas relacionadas con CAD y gestión de datos de producto (PDM) en la que también me especialicé durante mi carrera.

¿Por qué le llama la atención específicamente esta área tecnológica?

Es un área dinámica, con muchas posibilidades, entre otras cosas, porque es relativamente fácil realizar proyectos sin grandes inversiones.

¿Qué se entiende por software as a service y por cloud?

Cloud computing es la provisión de infraestructuras de TI virtualizadas (p. e. capacidad de cáculo, almacenamiento), aplicaciones de negocio y entornos de programación y ejecución mediante una red. Esta provisión, cuyo pago suele ser por uso, se realiza de manera automática en modelo de autoservicio. Aunque Cloud al principio se refería más a la capa de infraestructura y SaaS se refería a las aplicaciones, los términos están evolucionando de tal manera que ahora Cloud es el término genérico y SaaS una "capa" dentro de Cloud.

Los internautas ya han asimilado el concepto de sofware as a service, como ocurre en el caso de los correos electrónicos, por ejemplo. ¿Cree que se puede generalizar también y que ocurre algo similar con los datos de sus discos duros?

Creo que sí. Nuestros emails ya los tenemos en la Cloud, y tienen muchos datos sensibles también. De hecho, parece que nadie se preocupa por la protección de datos cuando exportamos nuestras libretas de direcciones enteras a Gmail o similar. Los datos de nuestros discos locales son el siguiente paso, hablando de usuario particular.

¿Qué ventajas entraña el software as a service y por cloud?

Eso depende mucho del perfil del usuario (particular o empresa) y de la aplicación en cuestión. Para particulares se ofrece un servicio muchas veces sin coste alguno, con una disponibilidad más alta de lo que se podría conseguir de otra manera. Para empresas se suelen resaltar sobre todo dos aspectos: uno es la conversión de inversión a coste (OPEX en vez de CAPEX), la cual facilita más agilidad en procesos presupuestarios y por lo tanto una puesta en marcha más rápida de la solución. La otra es la elasticidad, el no tener que dimensionar la infraestructura de una solución a un posible pico de carga, y, en su vez, poder usar la capacidad de infraestructura que se necesita en cada momento.

¿Cree que las empresas van a asimilar también estas dos nuevas formas de trabajo?

No cabe duda alguna. Hay muchas empresas que se dan cuenta que una cosa como por ejemplo el email ya no sirve para sacar una ventaja competitiva. Se ha convertido en un mero prerrequisito para el negocio, como el teléfono o la calefacción. Y por ello, el número de empresas que buscan un proveedor para este servicio está creciendo. Sólo estamos al principio de esta evolución, pero estoy bastante seguro que en la medida que la oferta se amplíe, también muchas funcionalidades de negocio se van a trasladar a la Cloud y que la entrega de un software "como servicio" va a ser el modelo predominante en poco tiempo. Para eso sólo hay que mirar cuantos nuevos proyectos de productos de software se están emprendiendo sin tener en cuenta el despliegue en la Cloud. Diría que casi ninguno.

¿Qué porcentaje del trabajo del día a día cree que realizará utilizando este tipo de aplicaciones en cinco años?

Es difícil decir y depende mucho del perfil de usuario. Muchos "information workers" usan la Web y herramientas de colaboración (correo, conferencias web etc.) como sus principales utilidades para el trabajo. Esas son precisamente las tareas que se pasarán a Cloud muy rápido. Las empresas seguramente se pensarán bien dar el paso. Al final tienen que amortizar sus inversiones en licencias. Pero todo apunta que los proyectos de grandes ventas de nuevas licencias de correo etc. van a verse cada vez más reducidos. Cloud va de estandarización de funcionalidad, y cuanto más complicado es contestar a una necesidad de negocio con un producto masivo, estilo consumidor, más tiempo va a pasar para que entre Cloud. Pero al final entrará.

¿Hasta qué punto es seguro colgar nuestros datos en la nube? ¿Quién y cómo garantiza la seguridad de los mismos?

Leí algo de un filósofo que dijo que nos vamos a tener que acostumbrar a la idea de que lo que está en nuestras cabezas es privado y que todo lo demás es público. Quizás tiene razón, y la protección de datos es una ilusión. De hecho, el tema de la seguridad de datos es uno de los aspectos que más dudas producen en el tema de Cloud.

¿Dónde se guardan estos datos y los servidores que permiten utilizar los programa? ¿Hasta qué punto son fiables?

Las empresas de hosting, las que ahora también están entrando como proveedores de Cloud, tienen mucho interés en demostrar la seguridad de sus centros y la seguridad de los datos. Una medida son las certificaciones. Aún así, sigue aplicando que seguridad sólo hay donde no hay conexión de red, y esto es poco compatible con el concepto de la Cloud.

¿Cuáles son los principales retos en este campo?

Tanto como particular como empresa, se puede llegar a depender mucho de un proveedor de Cloud. Es evidente que para un usuario sin conocimiento particular de informática, es mucho más complicado extraer sus datos de Gmail para pasarlos a otra plataforma que pasar su historial de correos electrónicos de Exchange a Thunderbird. La seguridad por supuesto es otro reto, quizás también la disponibilidad.

¿Qué tal se encuentra la situación de estas aplicaciones en España, respecto a otros países?

Cloud enlaza bien con el perfil de las muchas empresas pequeñas que tenemos en España, que en esta modalidad van a poder disfrutar de servicios que no podrían tener en el modelo tradicional. ¿Qué empresa de 10 empleados invertiría en un sistema profesional de CRM? Con Salesforce es posible. Para las empresas corporativas en España no espero un comportamiento distinto al de las empresas de otros países, con el matiz de que la actual situación de crisis, que crea condiciones muy adversas a las inversiones, también empuja a las empresas hacía Cloud.

¿Quiere añadir algo más?

Lo que da más motivo de preocupaciones es en el propio sector de las propias empresas del sector TI. Creo que en este área vamos a tener que encontrar contestaciones a una serie de preguntas urgentemente. Puede que sólo muy pocas empresas españolas van a tener éxito en la Cloud. Cabe la posibilidad de que muchas de las pequeñas empresas pierdan su negocio en favor de las empresas de Cloud internacionales. Y Cloud también es un riesgo para las enormes plantillas de empresas de integración de soluciones: Cloud Computing es un modelo de entrega que prácticamente prescinde del integrador de sistemas.

Fuente: UC3M
Derechos: Creative Commons
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