El Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) acaba de celebrar el I Foro Social sobre Salud Mental dentro del XIII Congreso Nacional de Psiquiatría. SINC habla con Celso Arango, director científico del CIBERSAM, cuyo objetivo es trasladar de forma inmediata los hallazgos biomédicos al tejido social.
¿Hacia dónde se dirigen los últimos avances en psiquiatría?
En el CIBER abordamos los trastornos mentales de forma interdisciplinar. Tenemos abiertas distintas áreas que combinan la genética, la farmacología, la neuroimagen, o la clínica. Todo lo que estamos haciendo tiene una clara orientación trasnacional. Uno de los terrenos que estudiamos es la predicción de la respuesta al tratamiento y la aparición de efectos secundarios con algunos psicofármacos (antipsicóticos y antidepresivos) en determinadas poblaciones, y haciendo ensayos clínicos no comerciales con un interés puramente médico y social.
¿Y qué me dice de los marcadores genéticos?
Hacemos estudios de interacción de genes y ambiente en los primeros episodios psicóticos. A partir del ADN de familiares, controles sanos y de los propios pacientes, analizamos qué variables ambientales tóxicas como el consumo de cannabis, o psicológicas como el maltrato o traumas, interaccionan con determinados genes para predecir qué personas van a tener un primer episodio psicótico. Al hacer un análisis en el tiempo estamos viendo que existe una atrofia cerebral, una pérdida de sustancia gris. Además, con modelos animales, investigamos si este daño es reversible.
Pero el tratamiento se mantiene más estancado…
Los tratamientos han variado bastante, tanto los farmacológicos como los terapéuticos, no menos que en otras especialidades. Por ejemplo, el tratamiento que recibe una persona con esquizofrenia a día de hoy no tiene nada que ver con el que recibía hace 20 años. Ahora, la mayoría se inserta en la sociedad. Las psicoterapias también han cambiado muchísimo en los últimos años, antes no habían demostrado su eficacia.
Los trastornos mentales comunes empiezan a ser una carga para los psiquiatras más que los trastornos más severos…
Efectivamente, hay una psiquiatrización de los problemas de la vida diaria. La carga económica que representan las enfermedades psiquiátricas es el 30% de todas las enfermedades médicas, es decir, casi un tercio de todas las enfermedades son psiquiátricas. No sólo por el coste de los tratamientos, sino porque se trata de enfermedades que aparecen a edades muy tempranas. El 50% de las enfermedades mentales aparecen antes de los 18 años y muchas de ellas son crónicas. Si uno compara esa carga con el dinero que se recibe para investigación, las enfermedades mentales reciben una tercera parte de lo que reciben las enfermedades cardiovasculares o las oncológicas. Esa discrepancia entre la relevancia que tiene para el Sistema Nacional de Salud y el apoyo que recibe en investigación es algo que debería acortarse.