El Grupo de Investigación Arte, Ciencia y Naturaleza de la Universidad Complutense parte del valor expresivo y comunicativo del Arte para dar respuesta a la gran demanda de imágenes que requieren las ciencias. También sirve como intermediario en el proceso de acercamiento de la ciencia a la sociedad. Consuelo de la Cuadra, codirectora del Grupo de investigación, habla de éstas y otras cuestiones.
¿Cómo surgió la idea de crear un grupo de investigación que estudiase las relaciones entre el arte y las ciencias?
Surgieron unas convocatorias en la Universidad Complutense para constituir grupos de investigación, y entre ellos, grupos emergentes. Nos unimos una serie de profesores de la Facultad de Bellas Artes que teníamos intereses comunes en el tema de la naturaleza abordado desde la perspectiva científica y desde los lenguajes artísticos. Yo personalmente ya tenía un antecedente docente y de trabajo en torno al mundo animal. Había otros profesores que trabajaban desde el área del dibujo y que deseaban abordar el estudio del lenguaje artístico desde una perspectiva científica. Otros compañeros del ámbito de la imagen, más en concreto desde la fotografía, se habían aproximado al mundo de la naturaleza, tanto animal como herbario, con instrumentos como el escáner o la cámara fotográfica. Por otra parte, teníamos interés en crear equipos multidisciplinares, porque en la actualidad la super especialización en el arte constriñe a los creadores y los limita a terrenos muy encorsetados en los que nos sentimos un poco escasos. Queríamos crear algo que fuese una mezcla de lenguajes diferentes en los que aprendiésemos mucho los unos de los otros. Ese fue uno de los objetivos básicos que perseguíamos y la razón que nos llevó a unirnos. Al principio eramos 17 profesores. Ahora mismo somos 14, y participamos todos los departamentos de la Facultad.
¿Cuáles son los objetivos del grupo de investigación?
Nuestro objetivo como grupo es ser mediadores entre la ciencia y la sociedad a través de los lenguajes artísticos. Pretendemos contribuir a la sensibilización de la sociedad en temas relacionados con la Naturaleza. Este tipo de actividades concede a los lenguajes artísticos una proyección social enorme. Realizamos una labor tan bonita como dar a conocer, por ejemplo, la diversidad de semillas tan grande que posee nuestro país. Es una naturaleza que está luchando contra el hambre en el mundo. Te sientes mucho más dignificado. Estamos muy entusiasmados con esta línea de investigación ahora mismo. El nombre del grupo de investigación resume los objetivos que nosotros nos marcábamos en el ámbito docente, que eran la observación de la naturaleza y la ciencia. Ésta, está más abocada a la definición y se le escapa la sugerencia. Por eso, el ser mediadores entre la ciencia y la sociedad que en la actualidad es mucho más visual, nos interesa, porque el arte incide mucho en la sugerencia. Se pueden mostrar cosas de una manera que permite llegar más al público.
Una de las últimas líneas de investigación del grupo pretende concienciar a la sociedad sobre la importancia de la conservación del patrimonio vegetal, así como apoyar a la agricultura sostenible. El proyecto de investigación 'Las semillas del arte y la ciencia' ha permitido la colaboración del grupo con el Centro de Recursos Filogenéticos INIA y ha dado lugar a la exposición “Germinando Arte y Ciencia”, con un gran éxito de público. ¿Cree que este tipo de proyectos contribuyen a mejorar las relaciones entre las ciencias y la sociedad?
Hemos llegado a la conclusión, por el éxito de las exposiciones, que estamos ante un mundo mucho más visual. La ciencia no tenía capacidad de acercamiento a la sociedad, en parte por su fragmentación a la hora de exponer al público los resultados de sus investigaciones. Nosotros empezamos a colaborar con varias instituciones: el Museo de Ciencias Naturales, el zoológico de Madrid, Faunia, el Jardín Botánico, el Instituto Nacional Agrario, la Facultad de Ciencias Biológicas y el Centro de Investigaciones Biológicas. Hemos podido observar la gran demanda de proyectos que nos piden estas instituciones, hasta el punto de que no podemos abarcar todo lo que nos quieren proponer. Para nosotros son las exposiciones el modo a través del cual expresamos los lenguajes artísticos. Hemos editado recientemente dos publicaciones, Animalística, de la que se ha publicado un primer tomo pero se publicarán varios, y Germinando Arte y Ciencia, que es la investigación realizada en colaboración con el Centro de Recursos Filogenéticos, INIA, en la que ahora mismo el grupo se ha involucrado más.
¿Cómo definiría la relación ente el Arte y las Ciencias?
Nuestro grupo de investigación desea que vuelvan a darse la mano las Humanidades y las Ciencias. En unas jornadas que se organizaron en la Facultad de Bellas Artes sobre la temática de Germinando Arte y Ciencia, se habló de esa necesidad. La ciencia puede ser un motor con muchísima potencia y capacidad pero si por otra parte, no le tiende la mano a las Humanidades, que serían la cabeza que conduce todo, corremos el riesgo de ir al encuentro de nuestra propia destrucción. La fusión entre las Humanidades y las Ciencias para volver más humano el conocimiento científico sería lo que hay que transmitir. Habría que aproximarse a la realidad de la forma más plural posible sin pretender por ello, perder el más mínimo rigor científico.
¿Qué tipo de recursos artísticos utiliza el grupo de investigación 'Arte, Ciencia y Naturaleza' para divulgar los resultados de las investigaciones científicas?
En Bellas Artes defendemos la validez de nuestras formas de expresión científica del mismo modo que se les reconoce a las publicaciones teóricas. En nuestro último proyecto de Germinando Arte y Ciencia están presentes todos los lenguajes: la pintura, la escultura, el dibujo, la fotografía, el video, está todo. Normalmente hemos desarrollado lenguajes que entran en un terreno más lúdico, como por ejemplo, el diseño de una carroza del zoo que participó en la cabalgata de los Reyes Magos del año pasado en Madrid, con tres peces transparentes preciosos en cuanto a diseño de creación. Eran unas figuras fantasmagóricas que mostraban las características de los peces abisales. Para otra institución ideamos la construcción de una fuente inspirada en la molécula del ADN y para la Facultad de Biológicas creamos una escultura con la participación del Departamento de Microbiología. La Asociación Española de Científicos nos premió también con un galardón que otorgan todos los años a aquellos organismos que consideran hayan hecho la mejor aportación a la divulgación científica.
¿A cuales de estos recursos responde mejor el gran público?
A las exposiciones, al fenómeno presencial. En general, una de las cuestiones que pienso tienen mucho interés, es unir en una misma exposición, muchos lenguajes. La última exposición de Germinando Arte y Ciencia, focaliza en un tema de interés importante, como el de la biodiversidad en el que trabajamos todos los miembros del grupo. Pienso que los catálogos también son importantes, aunque son el resultado de las exposiciones. La conferencia también es otro recurso porque hay personas que hablan muy bien, que son muy ilustrativas. Dentro de este marco, funciona estupendamente. El impacto que puedan tener estos recursos depende de si se exponen en lugares con gran difusión e impacto mediático, como en el caso de la exposición Animalística.
Otro proyecto del Grupo de investigación fue precisamente esta exposición “Animalística”, realizado en colaboración con el zoológico de Madrid y la Biblioteca Histórica de la UCM y que incluyó trabajos de los alumnos de la Facultad de Bellas Artes de la Complutense. En aquella ocasión, se abordó la temática del mundo animal, pero en general, ¿Qué áreas de las ciencias suscitan mayor interés por parte del público no especializado?
A la sociedad le interesa todo. El problema que tiene la ciencia es que no sabe adecuar sus lenguajes. Creo personalmente que casi se hace más arte en la ciencia que en el arte. Como creación artística, dentro del ámbito de la ciencia, hay unas propuestas de innovación como no las hay en otro ámbito. Da igual que estemos en los terrenos de la genética o de la física, es un foco de inspiración enorme. Pero la ciencia no se puede alejar tantísimo de la sociedad, porque a ésta le interesa todo.
Desde tiempos pasados ha existido una distancia importante entre las ciencias más técnicas y las pertenecientes al ámbito de las Humanidades y las Ciencias Sociales. ¿Cómo responden los científicos con los que se relaciona el grupo de investigación a la hora de involucrarse y participar en este tipo de proyectos?
Cuesta trabajo para la mentalidad científica pura reconocer el merito de las Artes, pero la gente con la que trabajamos ha reaccionado muy bien, todo hay que decirlo. Tienen un gran respeto hacia otros lenguajes. Antiguamente, como pasó en el Renacimiento o incluso en el siglo XIX, se organizaban muchas exposiciones como las botánicas, por ejemplo. Los científicos empezaron a darse cuenta de que en los datos que manejaban había unos elementos de descripción que pasaban por alto y cuestiones que no se planteaban con anterioridad suscitaron su curiosidad. Ahora esto sería anecdótico, pero también hay una nueva forma de ver la realidad por parte de los científicos. Por otro lado, de la asociación entre artistas y científicos se aprende en ambos sentidos. Se produce una simbiosis entre el arte y la ciencia.