Robert Williams no oculta su orgullo por el gran éxito que las actividades del Año Internacional de la Astronomía vienen cosechado a lo largo de todo el planeta Tierra. Este californiano preocupado por lograr que la ciencia sea parte imprescindible de la educación de los jóvenes se muestra convencido de que el gran mensaje de la astronomía es que “nos enseña que todos compartimos los mismos orígenes”.
El presidente de la Unión Astronómica Internacional, la única autoridad reconocida para bautizar cuerpos celestes, estuvo en el Instituto de Astrofísica de Canarias la semana pasada para ofrecer una conferencia sobre el paradigma cambiante de las novas, las violentas explosiones que tienen lugar en las enanas blancas. Tas trabajar durante años con el Hubble, reconoce que su visita al Gran Telescopio CANARIAS (GTC) le dejó “muy impresionado”.
El Año Internacional de la Astronomía está a punto de finalizar, ¿cuál sería el balance global que puede hacernos de este intenso año de actividades en todo el mundo?
El Año Internacional de la Astronomía (AIA) ha sido un gran éxito. Se ha convertido en una gran oportunidad para llevar la astronomía a la gente, para hacerles ser más conscientes de ella a través de los medios de comunicación, de exposiciones en museos, de “fiestas de las estrellas”, de exhibiciones en centros comerciales… Todas estas actividades han tenido un gran éxito a la hora de despertar la curiosidad del público. Se han superado todas las expectativas: el entusiasmo y la asistencia a las actividades han sido mayores de lo esperado.
De entre las numerosas actividades llevadas a cabo, yo diría que uno de los resultados más importantes ha sido la participación de los astrónomos aficionados. Con su trabajo y aportaciones a lo largo de todo el mundo, son capaces de enriquecer nuestra astronomía, y por ello considero que necesitamos valernos más de ellos en las actividades de divulgación. Los astrónomos aficionados, a los que creo que debemos apoyar en mayor medida, han sido una parte muy importante del éxito del AIA.
¿Cuáles son las prioridades y desafíos de la Unión Astronómica Internacional para el próximo año?
El próximo reto es despertar aún más el interés del público por la astronomía. Gracias a la gran acogida del Año Internacional de la Astronomía, hace dos semanas tuve la oportunidad de hablar en las Naciones Unidas sobre la necesidad de hacer que la ciencia se convierta en una parte importante de la educación de cada persona. Les conté que me gustaría que se enseñase en las escuelas porque considero que el aprendizaje del método científico es fundamental para los jóvenes. El método científico nos enseña que, sea lo que sea lo que pensemos, debemos tener en cuenta los hechos y cuestionar siempre los resultados conseguidos.
Además, la ciencia es una poderosa herramienta para combatir y luchar contra los prejuicios. El prejuicio es una de las cosas más difíciles de erradicar. El método científico te lleva a interrogarte sobre todo y en él el prejuicio no existe, no crece ni prospera porque está basado en hechos infundados. Durante su crecimiento, los jóvenes deben aprender a no creer todo lo que se les diga.
¿Considera que tanto los centros de investigación como las universidades deben esforzarse por hacer llegar sus resultados al gran público?
En el caso de la astronomía, sí. La astronomía es una ciencia pura, no forma parte de las ciencias aplicadas. Con ella no se construyen mejores puentes, no se aumenta la producción de comida. La astronomía existe para satisfacer la curiosidad de la gente. En este tipo de ciencia, todo el apoyo viene de los ingresos procedentes de los impuestos. Es el público quien nos apoya. Por ello, creo que tenemos la responsabilidad de divulgar la ciencia y educar al público.
Ahora que el telescopio espacial Hubble está camino de la jubilación, ¿cree que instalaciones terrestres como el Gran Telescopio CANARIAS (GTC) han de tomar el relevo, llenar el hueco que va a dejar?
Yo creo que los telescopios terrestres tienen ese hueco incluso si el Hubble viviese para siempre. El Hubble no puede hacerlo todo, es sólo un telescopio. Hay muchas otras investigaciones que desarrollan los descubrimientos del Hubble y nos ayudan a entender nuestro Universo más aún. Así que incluso si el Hubble continúa existiendo durante cien años más, considero que telescopios terrestres como el Gran Telescopio CANARIAS continúan siendo muy importantes, incluso diría que clave en el desarrollo de la astronomía. Personalmente, he tenido la oportunidad de visitar el GTC y me ha impresionado mucho.
Starlightes una iniciativa nacida en Canarias con decidida vocación internacional para salvaguardar la luz de las estrellas y limitar la contaminación lumínica, ¿qué opinión le merece el proyecto?
Creo es un proyecto realista, algo que debemos tener en cuenta porque el cielo oscuro es un patrimonio de todos, así que me complace apoyar esta iniciativa. Aparte de proyectos tan necesarios como Starlight, daría también una gran prioridad a la educación de los niños sobre el Universo que nos rodea. Sinceramente, creo que el estudio de la astronomía les enseñaría a entender que todos tenemos los mismos orígenes, y que por lo tanto debemos aprender a vivir juntos. Creo que ése es el gran mensaje de la astronomía.
El presidente de la Unión Astronómica Internacional, la única autoridad reconocida para bautizar cuerpos celestes, estuvo en el Instituto de Astrofísica de Canarias la semana pasada para ofrecer una conferencia sobre el paradigma cambiante de las novas, las violentas explosiones que tienen lugar en las enanas blancas. Tas trabajar durante años con el Hubble, reconoce que su visita al Gran Telescopio CANARIAS (GTC) le dejó “muy impresionado”.
El Año Internacional de la Astronomía está a punto de finalizar, ¿cuál sería el balance global que puede hacernos de este intenso año de actividades en todo el mundo?
El Año Internacional de la Astronomía (AIA) ha sido un gran éxito. Se ha convertido en una gran oportunidad para llevar la astronomía a la gente, para hacerles ser más conscientes de ella a través de los medios de comunicación, de exposiciones en museos, de “fiestas de las estrellas”, de exhibiciones en centros comerciales… Todas estas actividades han tenido un gran éxito a la hora de despertar la curiosidad del público. Se han superado todas las expectativas: el entusiasmo y la asistencia a las actividades han sido mayores de lo esperado.
De entre las numerosas actividades llevadas a cabo, yo diría que uno de los resultados más importantes ha sido la participación de los astrónomos aficionados. Con su trabajo y aportaciones a lo largo de todo el mundo, son capaces de enriquecer nuestra astronomía, y por ello considero que necesitamos valernos más de ellos en las actividades de divulgación. Los astrónomos aficionados, a los que creo que debemos apoyar en mayor medida, han sido una parte muy importante del éxito del AIA.
¿Cuáles son las prioridades y desafíos de la Unión Astronómica Internacional para el próximo año?
El próximo reto es despertar aún más el interés del público por la astronomía. Gracias a la gran acogida del Año Internacional de la Astronomía, hace dos semanas tuve la oportunidad de hablar en las Naciones Unidas sobre la necesidad de hacer que la ciencia se convierta en una parte importante de la educación de cada persona. Les conté que me gustaría que se enseñase en las escuelas porque considero que el aprendizaje del método científico es fundamental para los jóvenes. El método científico nos enseña que, sea lo que sea lo que pensemos, debemos tener en cuenta los hechos y cuestionar siempre los resultados conseguidos.
Además, la ciencia es una poderosa herramienta para combatir y luchar contra los prejuicios. El prejuicio es una de las cosas más difíciles de erradicar. El método científico te lleva a interrogarte sobre todo y en él el prejuicio no existe, no crece ni prospera porque está basado en hechos infundados. Durante su crecimiento, los jóvenes deben aprender a no creer todo lo que se les diga.
¿Considera que tanto los centros de investigación como las universidades deben esforzarse por hacer llegar sus resultados al gran público?
En el caso de la astronomía, sí. La astronomía es una ciencia pura, no forma parte de las ciencias aplicadas. Con ella no se construyen mejores puentes, no se aumenta la producción de comida. La astronomía existe para satisfacer la curiosidad de la gente. En este tipo de ciencia, todo el apoyo viene de los ingresos procedentes de los impuestos. Es el público quien nos apoya. Por ello, creo que tenemos la responsabilidad de divulgar la ciencia y educar al público.
Ahora que el telescopio espacial Hubble está camino de la jubilación, ¿cree que instalaciones terrestres como el Gran Telescopio CANARIAS (GTC) han de tomar el relevo, llenar el hueco que va a dejar?
Yo creo que los telescopios terrestres tienen ese hueco incluso si el Hubble viviese para siempre. El Hubble no puede hacerlo todo, es sólo un telescopio. Hay muchas otras investigaciones que desarrollan los descubrimientos del Hubble y nos ayudan a entender nuestro Universo más aún. Así que incluso si el Hubble continúa existiendo durante cien años más, considero que telescopios terrestres como el Gran Telescopio CANARIAS continúan siendo muy importantes, incluso diría que clave en el desarrollo de la astronomía. Personalmente, he tenido la oportunidad de visitar el GTC y me ha impresionado mucho.
Starlightes una iniciativa nacida en Canarias con decidida vocación internacional para salvaguardar la luz de las estrellas y limitar la contaminación lumínica, ¿qué opinión le merece el proyecto?
Creo es un proyecto realista, algo que debemos tener en cuenta porque el cielo oscuro es un patrimonio de todos, así que me complace apoyar esta iniciativa. Aparte de proyectos tan necesarios como Starlight, daría también una gran prioridad a la educación de los niños sobre el Universo que nos rodea. Sinceramente, creo que el estudio de la astronomía les enseñaría a entender que todos tenemos los mismos orígenes, y que por lo tanto debemos aprender a vivir juntos. Creo que ése es el gran mensaje de la astronomía.