Para una persona de edad avanzada interpretar de forma correcta la expresión facial de su interlocutor no es una tarea sencilla, algo que se complica si este gesticula o le habla a la vez. La pérdida de habilidades cognitivas explica esta merma en sus capacidades, que no experimentan los jóvenes, tal y como revela un estudio en el que participan la Universidad Complutense de Madrid y la UNED.
El deterioro cognitivo asociado a la edad provoca que las personas mayores reconozcan con dificultad las emociones del interlocutor con el que estén hablando, sobre todo si existen otros estímulos simultáneos como gestos corporales. Es la principal conclusión de un estudio dirigido por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y en el que participan la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad Julius Maximilians (Alemania).
“Esto puede conllevar dificultades en la comunicación interpersonal de las personas de edad avanzada en situaciones sociales complejas donde tengan que atender de manera simultánea la expresión facial y otro tipo de información como los gestos o el mensaje de su interlocutor”, indica Marisa Delgado, investigadora del departamento de Psicología Básica II de la UCM y coautora del trabajo, que se publica en Experimental Aging Research.
Los científicos realizaron pruebas en 24 adultos de una edad media de 75 años y en 40 jóvenes que rondaban los 26 años. Para averiguar si en el reconocimiento emocional interferían otros elementos, los experimentos se basaron en dobles tareas, en las que se mostraban las seis emociones básicas en una pantalla (alegría, tristeza, miedo, sorpresa, ira y asco) y se combinaban con una tarea secundaria que podía ser visual o verbal, en distintos momentos.
Este método es novedoso en el área de investigación. “Trabajar mediante la doble tarea permite que la situación experimental sea similar a la vida real de los individuos, donde tienen que procesar varias fuentes de información al mismo tiempo”, destaca Delgado.
Mayor dificultad con expresiones negativas
A la hora de procesar las situaciones diarias, el cerebro requiere de un esfuerzo que se encuentra mermado en las personas de la tercera edad, como consecuencia del deterioro cognitivo asociado a su edad.
“La diferencia entre mayores y jóvenes fue más elevada en la condición experimental de codificación simultánea y con interferencia de naturaleza visual, es decir, cuando los mayores debían dividir su atención en dos tareas de la misma naturaleza”, explica la investigadora.
Las emociones negativas, como la tristeza, el miedo o la ira, fueron las que les costó más identificar a las personas de edad avanzada, en línea con los resultados de estudios previos. Según los autores, esto se explica porque se trata de estímulos complejos –con un mayor número de unidades de acción facial– que requieren de una mayor carga cognitiva y, por tanto, son más difíciles de interpretar.
Referencia bibliográfica:
Carmen Casares-Guillén, Beatriz García-Rodríguez, Marisa Delgado y Heiner Ellgring. “Age-related changes in the processing of emotional faces in a dual-task paradigm” Experimental Aging Research 42 (2) febrero 2016. DOI: 10.1080/0361073X.2016.1132819
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