Un equipo de investigadores ha descrito por primera vez los parámetros electrocardiográficos del asno zamorano-leonés, la raza autóctona de la comunidad autónoma en peligro de extinción.
El objetivo del estudio descriptivo, realizado por personal del Departamento de Medicina Veterinaria de la Universidad de León, es "reconocer las diferentes características fisiológicas propias de la raza para, en un futuro, poder analizar posteriormente como le afectan las patologías", explica el coordinador del estudio, José Ramiro González Montaña. Los científicos están ampliando el estudio a la Bioquímica y la Hematología de esta raza, en riesgo de desaparición desde 1995.
A través de un electrocardiograma, los investigadores sometieron a diferentes pruebas a un total de 75 ejemplares adultos sanos (40 hembras y 35 machos). Los animales procedían en su mayoría de la explotación particular que Jesús de Gabriel, secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Criadores de la Raza Asnal Zamorano-Leonesa, posee en Villardondiego (en la comarca de Toro, este de Zamora), de la finca experimental La Aldehuela, de la Diputación Provincial de Zamora y de la finca El Mular, en la comarca de Omaña (norte de León).
Los científicos analizaron el trazado electrocardiográfico de la raza, a través de la medición de diferentes parámetros como la frecuencia cardiaca o el intervalo entre latidos.
El trabajo, de carácter descriptivo, se inició porque "existía una información limitada sobre los parámetros de estos burros, sólo había un trabajo previo", explica González Montaña.
La investigación, que verá la luz en diciembre en el próximo número del a revista Research in Veterinary Science, forma parte de la tesina del investigador de la Universidad de León Andrés Escudero.
El trabajo de continuación en aspectos bioquímicos y hematológicos corre a cargo Jhon Jairo Bustamante, profesor de la Universidad de Pamplona. Los datos más significativos relativos al trabajo con el electocardiograma, según explica González Montaña, están en una "frecuencia más elevada que otras razas de burro, quizá debido a que estos ejemplares son más corpulentos que otras variedades".
Las muestras de sangre recogidas esas explotaciones y procesadas en los laboratorios de la Facultad de Veterinaria ha permitido a los investigadores observar que los parámetros hematológicos poseían valores similares a otras razas asnales, aunque los burros procedentes de Omaña, quizá como consecuencia de la altitud, mostraron niveles significativamente más altos de eritrocitos.
Respecto a los parámetros bioquímicos, los científicos resaltan que la actividad de la enzima fosfatasa alcalina es inferior a la de otras razas asnales y que los valores de glucemia eran más altos en burros jóvenes.
Declive del burro
Originario de un arco que va desde las comarcas de La Cabrera (León) y Sanabria a Sayago (ambas en Zamora), el asno zamoranoleonés conoció una época de expansión hacia el sur de las provincias de León y Palencia y este de Valladolid a finales del siglo XIX y principios del XX.
Como animal de carga, transporte o para la realización de labores agrícolas, el burro vivió hasta la posguerra momentos de explendor. En el periodo de 1935-1939, según datos de la Universidad de León, poblaban España 1'4 millones de burros. La mecanización de las labores agrícolas y la mejora en los sistemas de transporte ha reducido esta población hasta los 50.000 ejemplares de la actualidad.
En la actualidad hay en Castilla y León unos 5.000 burros, cuando en 1940 existían sólo en la provincia de Zamora hasta 33.000. El último censo elaborado con la raza autóctona (con datos de 31 de diciembre de 2004) cifra en 1.351 los asnos zamoranoleoneses existentes. Sólo un cambio de perspectiva en los usos de este animal permite su supervivencia. "Actualmente, no hay un uso laboral del animal y quien lo posee lo utiliza como animal de compañía", explica González Montaña.