Astrónomos valencianos colaboran en la misión del satélite astronómico Planck que cartografiará la radiación del Big Bang

Los astrónomos de la Universitat de València diseñan códigos con los que se podrán analizar las temperaturas del fondo de microondas del universo captadas por el nuevo telescopio que lanzará la Agencia Espacial Europea el próximo jueves.

Astrónomos valencianos colaboran en la misión del satélite astronómico Planck que cartografiará la radiación del Big Bang
Simulación de un mapa de temperaturas de la esfera celeste de la misión Planck. Las manchas más oscuras corresponden a los zonas más frías.

Un equipo de científicos de la Universitat de València participa en la misión Planck, un satélite que la Agencia Espacial Europea (ESA) tiene previsto lanzar este jueves al espacio profundo, a un punto espacial de observación situado más allá de la órbita de la Luna. Planck es un telescopio que cartografiará la radiación fósil del universo –la radiación del Big Bang- con una precisión y una sensibilidad sin precedentes. Esta misión se desarrolla conjuntamente con Herschel, un gran telescopio espacial en la banda de infrarrojo lejano, una región del espectro electromagnético prácticamente inexplorada. El detector ha sido construido para estudiar algunos de los objetos más fríos del espacio como galaxias y estrellas en formación.

Expertos del Grup de Relativitat i Cosmologia del Departament d’Astronomia i Astrofísica de la Universitat de València, dirigido per Diego Sáez, investigador asociado al proyecto Planck, han diseñado códigos númericos y simulaciones que serán utilizados para estudiar los datos obtenidos por este satélite. “El objetivo de Planck es medir la temperatura y el estado de polarización de la radiación de fondo de microondas y nosotros hemos creado diversos códigos para contribuir al análisis, complejo y de tipo estadístico, de los mapas que se elaborarán a partir de las temperaturas correspondientes a millones de direcciones”, explica Sáez.

Esta radiación, que llena el universo, es de la misma naturaleza que la luz visible, es decir, está formada por partículas sin masa denominadas fotones. Su temperatura se estima mediante radiómetros y bolómetros, que se instalan en los satélites. Sus fotones, que tienen energías que se corresponden con las microondas, se mueven por todo el universo a una velocidad de 300.000 kilómetros por segundo.

El trabajo de los científicos del Grup de Relativitat i Cosmologia, del que también forman parte José Vicente Arnau i Màrius Fullana, ha consistido tanto en la configuración de códigos como en su comprobación, que se ha realizado en colaboración con equipos de Bolonia y Santander. Una vez Planck haya llegado a su órbita y enviado datos, el trabajo de la Universitat de València consistirá en aplicar los códigos a mapas reales, obtenidos con datos del satélite y estudiar las implicaciones cosmológicas de los resultados.

La ESA apunta que Planck medirá fluctuaciones de la radiación cósmica del fondo de microondas más pequeñas que los satélites anteriores; por tanto, los científicos podrán extraer mucha más información sobre el origen del universo, de su evolución y de su futuro. Por ejemplo, se prevé que Planck tendrá una sensibilidad diez veces mayor, aproximadamente, que el satélite WMAP de la NASA, lanzado en 2001, y, además, su resolución angular será unas tres veces mayor.

Fuente: UV
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