Un equipo e científicos presentó ayer en Madrid el Proyecto Amacayacu para salvar el Amazonas, una iniciativa que une a dos civilizaciones a través de la ciencia y del desarrollo sostenible. El equipo pluridisciplinar pretende contribuir a la continuidad de las culturas indígenas, y mantener los ecosistemas compartiendo filosofía y ciencia con los indígenas, auténticos “guardianes de la biodiversidad”.
Investigadores, profesionales, y representantes de las comunidades indígenas se han centrado en el trapecio amazónico donde se unen Colombia, Perú y Brasil, “el corazón del Amazonas, donde los bosques son más exuberantes”, ha explicado Batiste Miguel, biólogo y director del documental ¡Salvad el Amazonas! presentado ayer durante la conferencia en el Ateneo de Madrid.
La situación actual de explotación sin límite de la cuenca amazóniza es lo que ha llevado a las diferentes instituciones plantear el proyecto. “Su fin es hablar con las comunidades indígenas en la misma mesa y plantearnos compartir nuestros conocimientos científicos en la gestión de recursos naturales y la conservación de la biodiversidad, y la cosmología de los indígenas que llevan utilizando desde hace miles de años”, ha apuntado Javier Lobón-Cerviá, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) y experto en biodiversidad de la Amazonia.
Ahora científicos e indígenas se sentarán juntos para discutir cuál es la mejor manera de gestionar la frontera de la biodiversidad. “El proyecto es sentarnos a explorar, a experimentar, a llegar a acuerdos de cómo combinar la civilización occidental y su forma de pensar, de vivir, y de explotar la naturaleza”, ha añadido Lobón-Cerviá.
Una inversión de futuro
El proyecto Amacayacu, en el que también participa la Universidad Nacional de Colombia, y la Asociación Zonal de Consejo de Autoridades Indígenas de Tradición Autóctona (AZCAITA), se dividirá en tres fases, con un presupuesto de 181.400 euros. Los científicos contemplan el diagnóstico de la situación así como la creación de un observatorio socioambiental en los poblados de Tabatinga (Brasil) y Leticia (Colombia).
En la última fase se prevñe la creación y gestión de una Reserva Natural de 100.000 hectáreas, que podría aplicarse a otras zonas.”Con esta inversión, en España podemos conservar una hectárea y en el Amazonas 1.000", compara Batiste Miguel. Porque el dinero no vale lo mismo en todos los lugares. "Mientras que en España se conservaría la biodiversidad del orden de 1.000 especies, en el Amazonas serán 100.000 porque la riqueza del Amazonas es cien veces superior”, continúa el científico. Aunque todos los expertos saben queel valor de las culturas indígenas es “incalculable”.
Entre los problemas con los que se enfrentan las tribus amazónicas Ticuna, Huitoto o Yagua, entre otras, están la destrucción de grandes zonas, la contaminación de sus núcleos urbanos, y la explotación de los espacios naturales. “Los occidentales no sabemos nada de ecología, ni de conservación sobre la naturaleza”, ha subrayado Fernando Rodríguez, presidente de la Agrupación Ciencias de la Naturaleza.
Las poblaciones indígenas han sabido utilizar con inteligencia esa selva difícil y complicada. "Tienen una vida envidiable porque quienes nos creemos civilizados estamos cargados de problemas y vivimos mucho peor”, ha aseverado Rodríguez quien piensa que los grupos indígenas son “los guardianes de la vida”, mientras que los occidentales se han convertido en destructores de lo que ellos han sabido conservar en el tiempo.