Científicos sientan las bases de investigaciones sobre el cambio climático y el casquete polar de Groenlandia

Investigadores de diversos países han definido, en unas jornadas organizadas en Mallorca por la Fundación Europea para la Ciencia (ESF, en sus siglas en inglés), las bases para iniciar y elaborar investigaciones que determinen con precisión cuánto el cambio climático afecta al derretimiento del casquete polar del sur de Groenlandia y cómo contribuye al aumento del nivel del mar.

Científicos sientan las bases de investigaciones sobre el cambio climático y el casquete polar de Groenlandia
Paisaje del sur de Groenlandia. Imagen: Jens Buurgaard Nielsen.

La capa de hielo de Groenlandia ha sido el centro de atención de investigaciones recientes sobre el cambio climático, debido a que está mucho más expuesta al calentamiento global inmediato que el casquete polar del Antártico, que es mucho mayor. No obstante, no está claro cuánto contribuye este fenómeno al aumento de los niveles del mar.

En unas jornadas de trabajo organizadas recientemente por la ESF bajo el título ‘Incremento del nivel del mar causado por el casquete polar de Groenlandia’ se ha definido un marco para realizar investigaciones más detalladas al respecto. Las jornadas reunieron a especialistas de diferentes campos como la glaciología, la climatología, la geología, la modelización y la imagen por satélite.

“Los objetivos principales son establecer el nivel de conocimiento actual, priorizar las necesidades de investigación, y elaborar propuestas”, ha explicado el Profesor Tavi Murray, del Grupo de Glaciología de la Universidad de Swansea (Reino Unido) y uno de los responsables de la convocatoria de las jornadas de trabajo.

Si bien observaciones recientes indican que el casquete polar de Groenlandia se está derritiendo rápidamente, no se tiene certeza de cuánto contribuye al aumento de los niveles del mar, como ha explicado otro de los responsables de la convocatoria, Carl Boggild, de la UNIS de Svalbard. “Uno de los desafíos importantes consiste en determinar qué fracción del agua fundida realmente escapa, ya que en muchos lugares el agua fundida simplemente fluye sobre la nieve fría y vuelve a congelarse”, ha señalado Boggild.

Modos de medición

Un modo de terminar cuánta agua está fluyendo es medir no sólo la superficie del casquete polar de Groenlandia, sino también su espesor, si bien esto es mucho más difícil. Alternativamente, puede realizarse un seguimiento del proceso de salida del agua, tanto desde el suelo como mediante satélite, preferiblemente integrando ambos modos, como se discutió en las jornadas de trabajo. Se planteó la necesidad de establecer una base de datos de observaciones realizadas desde el suelo, incluyendo el flujo de agua de deshielo, así como la separación continua de icebergs desde el casquete polar, así como eventos ocasionales, como terremotos bajo el hielo.

Posiblemente, el mayor desafío inmediato identificado en las jornadas es la reducción de los elevados niveles de incertidumbre respecto al comportamiento actual y futuro del el casquete polar de Groenlandia, y la reconciliación de los numerosas informaciones y predicciones contradictorias.

En el caso del agua de deshielo, las estimaciones del total anual varían entre 50 gigatoneladas (GT) y aproximadamente 250 GT, y este nivel de incertidumbre hace que las predicciones prácticamente carezcan de sentido. “Los satélites dotados de sensores láser pueden detectar cambios en la elevación con una precisión de 10 centímetros, pero no consideran la compactación de la nieve”, ha apuntado Murray. “Otros satélites, que utilizan ondas de radio, tienen problemas debido a la penetración de la señal en la nieve. Asimismo, existe un método adicional desde satélite: medir el 'peso' de la capa de hielo que cubra áreas demasiado extensas –de modo que también pueda detectarse cambios de peso fuera de la capa de hielo”. Al menos estas fuentes múltiples de datos tienen potencial para combinarse y obtener estimaciones más precisas.

Dadas estas incertidumbres, no está claro ni siquiera lo que depara el futuro próximo al casquete polar de Groenlandia. Como ha indicado Murray, los altos niveles de reducción del espesor que se han observado recientemente en el sur y en torno a los extremos han tomado por sorpresa a los climatólogos, si bien no hay garantías de que continúen produciéndose.

“En la actualidad existe una gran incertidumbre, debido a que las observaciones de reducción del espesor han resultado ser una sorpresa”, ha subrayado Murray. “Básicamente, podemos afirmar que son posibles tres escenarios relativos a la mayor disminución del espesor que se ha observado recientemente. Uno es que continuará agravándose. En segundo lugar, podría mantenerse constante, incluso a pesar de que el clima se haga más calido, y en tercer lugar, la mayor velocidad de reducción del espesor podría detenerse totalmente, y la disminución futura pasar a ser meramente el resultado de la fusión”.

Todavía no se sabe cuál de estos escenarios se producirá, aunque Murray y Boggild están convencidos de que las jornadas de trabajo organizadas por la ESF han preparado el terreno para obtener avances sustanciales.

Fuente: SINC
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