Durante 25 años, un equipo internacional de investigadores ha tratado de entender cómo evoluciona el color y su patrón en los insectos palo de California en EE UU. Un estudio demuestra ahora que la evolución del patrón de color es más predecible que el color en sí, ya que este último está sujeto a la variabilidad de las condiciones climáticas.
El color de los insectos palo (Timema cristinae) endémicos de California (EEUU) es fundamental para camuflarse y evadirse de los depredadores. Pero, ¿cómo se transmite esta característica? Científicos de Reino Unido, Canadá y EE UU llevan 25 años estudiando la predictibilidad de la evolución de estos rasgos en trabajos de campo, experimentos en condicionales naturales e inferencias basadas en la secuenciación de genomas de estos insectos.
Los resultados, publicados en la revista Science, revelan que tanto la genética del color (verde vs. marrón) como el patrón del color (presencia o ausencia de una raya dorsal blanca no siguen una evolución similar. Según los científicos, el régimen selectivo que influencia ambos caracteres es diferente.
“Al analizar la frecuencia de ambos caracteres a lo largo de 25 años hemos encontrado que la evolución del patrón del color es altamente predecible, mientras que la del color es relativamente baja”, explica Víctor Soria-Carrasco, investigador español en la Universidad de Sheffield (Reino Unido) y coautor del trabajo.
De este modo, el color está sujeto a un régimen complejo, resultado de presiones selectivas antagónicas y variables ligadas a cambios climáticos. Por ejemplo se favorece el color marrón en años secos y cálidos, pero, al mismo tiempo, esos insectos marrones son más sensibles al calor y más resistentes al ataque por hongos en años húmedos y fríos.
En contraste, el patrón de color está determinado por un régimen sencillo y estable a lo largo del tiempo en el que la presencia o ausencia de raya dorsal es favorecida para un tipo de planta huésped y viceversa. Los resultados sugieren que nuestra capacidad predictiva está generalmente limitada por un insuficiente conocimiento de las presiones selectivas y las variaciones ambientales, sugieren los autores.
El trabajo ha sido liderado por los grupos de Patrik Nosil y Zach Gompert y en él participan, además de la Universidad de Sheffield (Reino Unido), la Universidad Estatal de Utah (EE UU), la Universidad de Connecticut (EE UU), la Universidad de Notre Dame (EE UU) y la Universidad Simon Fraser (Canadá).
Referencia bibliográfica:
Patrik Nosil, Romain Villoutreix, Clarissa F. de Carvalho, Timothy E. Farkas, Víctor Soria-Carrasco, Jeffrey L. Feder, Bernard J. Crespi, Zach Gompert. “Natural selection and the predictability of evolution in Timema stick insects”. Science (2018); DOI: 10.1126/science.aap9125