¿Cuál fue uno de los últimos refugios neandertales en la Península?

El yacimiento de la Cova de les Teixoneres, en la comarca del Moianès (Barcelona), pudo haber sido testigo de la desaparición de los neandertales en Europa occidental, según un nuevo estudio. El equipo de científicos ha logrado datar los restos con un nuevo método de ultrafiltración y señala que hubo una continuidad ocupacional hasta hace 35.000 años y luego no estuvo ocupada durante 7.000 años.

¿Cuál fue uno de los últimos refugios neandertales en la Península?
Cova de les Teixoneres en Barcelona. / CENIEH

La mayoría de los debates en torno a los neandertales (Homo neanderthalensis) se ha centrado en el problema de su desaparición y posible contacto con los primeros humanos modernos durante la transición del Paleolítico medio al Paleolítico superior, datada aproximadamente entre 38.000 y 35.000 años.

Según un estudio publicado en la revista Radiocarbon, la Cova de les Teixoneres registra una presencia continuada de grupos humanos alternados con grandes carnívoros desde hace más de 50.000 años hasta hace alrededor de 35.000 años, momento en el cual la cavidad se abandona, y no es reocupada hasta 7.000 años más tarde ya con Homo sapiens.

El equipo internacional del que forma parte Ruth Blasco, investigadora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), y codirectora de este yacimiento catalán junto con Jordi Rosell y Florent Rivals, investigadores del IPHES (Tarragona) se ha basado en las dataciones obtenidas por el nuevo método de ultrafiltración (ABOX), el cual permite depurar las muestras de Carbono 14 con mayor precisión que los sistemas precedentes.

Aplicando esta técnica, la investigadora Sahra Talamo, del Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology (Leipzig, Alemania), ha obtenido una serie de fechas coherentes desde el punto de vista estratigráfico, a partir del procesamiento de 16 muestras óseas y una de carbón.

Las muestras analizadas incluyen huesos con alteraciones antropogénicas en forma de marcas de corte, y por tanto, relacionadas única y exclusivamente con la ocupación humana. “Dichas marcas de corte son estrías producidas de forma accidental por herramientas líticas durante el procesamiento de una carcasa, y por tanto, vinculadas a las actividades humanas que se desarrollaron en la cueva”, explica Ruth Blasco.

Las fechas obtenidas sobre estos materiales proceden de las dos últimas unidades sedimentarias de la cueva (los niveles II y III) y proporcionan un último periodo de ocupación entre los 35.000 y 40.000 años respectivamente.

Las dataciones han resultado ser coherentes entre ellas, situándose las más antiguas en la parte inferior de la secuencia estratigráfica, y las más modernas en la superior, lo que indica que el sedimento no fue excesivamente perturbado por procesos post-deposicionales o por la propia acción de los carnívoros; hecho que sugiere una continuidad ocupacional humana en la cueva hasta hace 35.000 años.

"Parece que se produce una interrupción de más de 7.000 años y la cueva no es re-ocupada hasta los 28.000 años por Homo sapiens, ya durante el Paleolítico superior”, dice

“A partir de allí, parece que se produce una interrupción de más de 7.000 años y la cueva no es re-ocupada hasta los 28.000 años por Homo sapiens, ya durante el Paleolítico superior”, señala Jordi Rosell.

Especie desconocida

Una de las incógnitas que permanece aún sin resolver es qué homínido produjo la industria lítica localizada en la subunidad IIa, con 35.000 años, ya que los útiles encontrados carecen de rasgos tecno-tipológicos concluyentes para asignarla a una u otra especie de las dos candidatas a habitar esta zona durante este periodo temporal: sapiens o neandertales.

La campaña de este año, que se desarrollará del 4 al 25 de Agosto, intentará profundizar, entre otros aspectos, en el debate en torno a la desaparición de los neandertales con la excavación de la subunidad IIa en la zona interna de la cavidad.

"La excavación de esta subunidad nos permitirá recuperar más material arqueo-faunístico, y quizás entonces, los nuevos datos nos permitan desvelar el misterio sobre qué homínido habitó Teixoneres hace 35.000 años", concluye Ruth Blasco.

Referencia bibliográfica:

Talamo, S., Blasco, R., Rivals, F., Picin, A., Chacón, G., Iriarte, E., López-García, J. M., Blain, H.-A., Arilla, M., Rufà, A., Sánchez-Hernández, C., Andrés, M., Camarós, E., Ballesteros, A., Cebrià, A., Rosell, J. and Hublin, J.-J., 2016. "The Radiocarbon approach to Neanderthal in a carnivore den site: a well-defined chronology for Teixoneres Cave (Moià, Barcelona, Spain)". Radiocarbon 58(2), 247-265.

Fuente: CENIEH
Derechos: Creative Commons
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