Las estrellas masivas, a pesar de su escasez, tienen una enorme influencia en la estructura y evolución química de las galaxias. Ahora, investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía (CSIC) y otros centros han observado una estrella de este tipo en el sistema denominado HD 150136, lo que ayuda a conocer mejor a estos gigantes estelares.
Aunque se calcula que en la Vía Láctea solo una de cada dos millones de estrellas presenta una masa superior a veinte veces la del Sol, estas estrellas masivas influyen en la estructura y evolución de las galaxias, y son las responsables de la existencia de, entre otros, algunos de los elementos que nos componen.
Sin embargo, se desconoce cómo nacen y evolucionan estos gigantes estelares, por lo que las nuevas observaciones facilitan la recogida de datos y el planteamiento de teorías.
La detección de la tercera estrella del sistema HD 150136 por un grupo internacional de astrónomos, liderado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), contribuirá a mejorar el conocimiento sobre estas estrellas de masa extrema.
"La observación de este tipo de estrellas es muy complicada debido a su escasez y distancia", señala Joel Sánchez-Bermúdez, investigador del IAA que encabeza el estudio. La distancia dificulta su estudio hasta el punto de producir errores, ya que varias estrellas próximas pueden parecer una sola desde nuestra perspectiva. "Aunque no disponemos de una teoría completa sobre las estrellas masivas sabemos que una de las claves fundamentales para el entendimiento de su evolución reside en que un alto porcentaje de ellas se encuentra en sistemas múltiples de dos o más componentes", apunta el investigador.
Así, el estudio de sistemas formados por varias estrellas masivas ligadas gravitatoriamente parece la vía idónea para hallar los mecanismos de formación y evolución de estos gigantes estelares. De los apenas veinte sistemas de esta clase conocidos en nuestra galaxia, HD 150136 es de especial interés por tratarse del sistema extremadamente masivo (con más de cien masas solares) más cercano a la Tierra. Está formado por dos componentes que giran muy próximos en torno a un centro común (el sistema interno) y un tercero, hasta ahora no observada de forma directa, que gira en torno a los otros dos.
"Dado que la determinación de la masa y la luminosidad de cada una de las componentes es fundamental para conocer la evolución del sistema, nuestro equipo decidió estudiar con interferometría óptica de larga base este objeto", indica Joel Sánchez-Bermúdez (IAA-CSIC). Esta técnica combina varios telescopios y obtiene una resolución similar a la de un telescopio con un diámetro equivalente a la distancia que los separa.
Cómo nacen las estrellas gigantes
Gracias al instrumento AMBER, del Very Large Telescope Interferometer (ESO), el grupo de investigadores obtuvo los parámetros principales de esta tercera estrella gigante, lo que constituye un primer paso en la discriminación del modelo correcto que explica cómo se forman.
A día de hoy coexisten dos teorías al respecto, que apuestan respectivamente por el colapso de una única nube protoestelar muy masiva, que después se desgajaría en varias estrellas, y por la colisión de estrellas de menor masa en un cúmulo.
Según los autores de la investigación, las estrellas de un sistema formadas de acuerdo con el primer escenario deberían girar en órbitas situadas en un mismo plano (igual que los planetas del Sistema Solar), en tanto que si el segundo escenario fuera el correcto mostrarían órbitas menos uniformes.
La observación de la tercera estrella del sistema HD 150136 ha constituido un primer paso, al que seguirá la combinación de datos espectroscópicos con nuevos datos de AMBER en el infrarrojo que permitirán determinar cómo son las órbitas de HD 150136 y discriminar qué modelo de formación es el adecuado para el sistema.
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