Dos serpientes marinas dadas por extintas vuelven a aparecer en Australia

Hace unos 15 años, los científicos vieron por última vez dos especies de serpientes marinas que se encontraban en peligro crítico de extinción en los arrecifes Ashmore e Hibernia en el mar de Timor. Desde entonces, se las daba por extintas. Sin embargo, los reptiles han vuelto a aparecer sanos y salvos en la costa oeste de Australia, una de ellas a 1.700 kilómetros de su último hábitat conocido. Esta semana estas serpientes marinas son las protagonistas de #Cienciaalobestia.

Dos serpientes marinas dadas por extintas vuelven a aparecer en Australia
Dos ejemplares de Aipysurus apraefrontalis fotografiados en el arrecife de Ningaloo, en la costa occidental australiana. / Grant Griffin

Científicos de la Universidad de James Cook en Australia han descubierto dos especies de serpientes marinas (Aipysurus foliosquama y Aipysurus apraefrontalis), consideradas en peligro crítico de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que desaparecieron entre 1998 y 2002 de su hábitat conocido: los arrecifes de Ashmore e Hibernia, en el mar de Timor, al noroeste del país. Sin embargo, los investigadores las han encontrado en otras localizaciones.

“Este descubrimiento es apasionante, porque damos a estas especies de serpientes marinas endémicas del oeste de Australia otra oportunidad para protegerlas”, señala Blanche D’Anastasi, autora principal del estudio que publica Biological Conservation, e investigadora en el Centro ARC de Excelencia para el Estudio de Arrecifes de Coral de la universidad australiana. Para lograrlo, los científicos deberán monitorizar sus poblaciones y promover el estudio de su biología y de las amenazas a las que se enfrentan.

Las serpientes de la especie Aipysurus apraefrontalis fueron identificadas por D’Anastasi a partir de las fotografías de dos de los reptiles realizada por Grant Griffin, técnico de vida salvaje de los Parques del Oeste de Australia.

"Damos a estas especies de serpientes marinas endémicas del oeste de Australia otra oportunidad para protegerlas”, señala Blanche D’Anastasi

“Nos sorprendió mucho que estas serpientes dadas por extintas estuvieran a la vista, viviendo en uno de los iconos naturales del país, en el arrecife de Ningaloo”, dice la investigadora, para quien lo más interesante es que, según las fotografías, los individuos estaban cortejando, por lo que podrían pertenecer a una población reproductora.

A 1.700 km de su hábitat conocido

Los científicos descubrieron además que una población significativa de la serpiente marina de piel escamosa (Aipysurus foliosquama) vivía a 1.700 km al sur del arrecife Ashmore, en abundantes praderas marinas de la bahía Shark, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1991, en Australia occidental. “Pensábamos que esta rara especie de serpiente habitaba solo en arrecifes de coral tropicales, pero no es así”, admite D’Anastasi.

Sin embargo, a pesar de las buenas noticias, el número de ejemplares de serpientes marinas ha ido disminuyendo en muchos de los parques marinos, y los científicos no se explican la razón.

Aipysurus foliosquama ha sido redescubierta a 1.700 km al sur del arrecife Ashmore. / Blanche D'Anastasi

“Muchas de las serpientes capturadas para el estudio se recogieron con redes de arrastre por lo que podrían ser vulnerables a este tipo de pesca”, apunta Vimoksalehi Lukoschek, coautor del trabajo e investigador en el mismo centro australiano. Pero muchas de las desapariciones de serpientes marinas en el arrecife de Ashmore no se pueden atribuir a la pesca de arrastre.

“Claramente necesitamos identificar las claves de sus amenazas para poner en marcha estrategias efectivas de conservación si queremos proteger las poblaciones costeras de estas especies, recién redescubiertas”, concluye Lukoschek.

Referencia bibliográfica:

Blanche Renee D'Anastasi, Jean-Paul Hobbs, Colin A Simpfendorfer, Lynne Van Herwerden, Vimoksalehi Lukoschek. “New range and habitat records for threatened Australian sea snakes raise challenges for conservation” Biological Conservation 194: 66-70 febrero 2016

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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