Una investigación realizada por la Universidad Complutense de Madrid muestra cómo el 79,5 % de los sanitarios sufren ansiedad y el 40 % se siente emocionalmente agotado tras la primera oleada de atención hospitalaria por COVID-19. Los autores recomiendan una rápida atención psicológica para proteger su salud ante la llegada de posibles rebrotes.
Los resultados preliminares de Sanicovid-19, un estudio que analiza el impacto emocional en el personal sanitario por la pandemia de COVID-19, revelan que el 53 % de estos profesionales presenta valores compatibles con estrés postraumático tras la primera oleada de atención hospitalaria.
El trabajo, llevado a cabo por el Laboratorio de Psicología del Trabajo y Estudios de Seguridad de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), muestra que el 79,5 % de los sanitarios tiene síntomas de ansiedad, compatibles con trastorno de ansiedad severo en un 21,2 % del total. Igualmente, el 51,1 % sufre síntomas depresivos, que pueden estar relacionados con depresión severa en el 5,6 % de los casos.
En materia de protección, el 96 % de los trabajadores dice estar en contacto con pacientes COVID-19, el 66 % considera ‘muy alta’ la probabilidad de contagio y el 75 % está muy preocupado porque pudiera contagiar a algún familiar.
Además, el 41 % afirma no haberse hecho ningún tipo de prueba diagnóstica y casi el 70 % manifiesta que los equipos de protección individual, facilitados en sus lugares de trabajo, son escasos. En relación con el burnout o síndrome de estar quemado en el entorno laboral, el 40 % se siente ‘emocionalmente agotado’.
Sin embargo, no todas las conclusiones son negativas. Como destacan los autores Lourdes Luceño Moreno y Jesús Martín García, “el 81,3 % de estos profesionales se siente ‘muy realizado con su profesión’ y el 23,5 % muestra niveles altos de resiliencia”.
“Estimamos conveniente una rápida intervención psicológica sobre este colectivo, ya que, de producirse la tan temida segunda oleada nos vamos a encontrar con unos profesionales dañados emocionalmente y con un sistema sanitario sin capacidad de respuesta”, subrayan los investigadores de la UCM.
Estas cifras preliminares han sido inferidas de un total de 1.243 sanitarios de diversos centros hospitalarios, siendo el 90 % profesionales en la Comunidad de Madrid.