Un estudio liderado por investigadores del Instituto de Salud Carlos III de Madrid asocia el aumento de los casos de cólera en Zambia con los factores climáticos. Por primera vez, los resultados confirman que el aumento de la temperatura ambiental seis semanas antes de la estación de lluvias incrementa un 4,9% el número de personas afectadas por esta enfermedad.
“Es la primera vez que se pone de manifiesto en la región subsahariana que el aumento de la temperatura ambiental se relaciona con el incremento de los casos de cólera”, explica a SINC Miguel Ángel Luque, uno de los autores del estudio e investigador del Instituto de Salud Carlos III de Madrid (ISCIII). Trabajos anteriores en Bangladesh ya lo asociaban con un aumento de la temperatura de la superficie del mar.
La investigación, realizada en Lusaka (Zambia) entre 2003 y 2006, analiza los datos de tres epidemias de cólera que se produjeron de manera consecutiva. Los resultados muestran que las variables climatológicas (lluvia y temperatura ambiental) tienen relación con el aumento de casos de cólera en el periodo epidémico.
Los expertos afirman que el cólera tiene un marcado componente estacional que se asocia con la estación de lluvias. Así, un incremento de la temperatura seis semanas antes de este periodo se relaciona con un incremento de un 4,9% del número de casos de esta enfermedad en la población.
El estudio mantiene que un aumento de 1 ºC en la temperatura seis semanas antes del comienzo del brote explica el 5,2% del aumento de los casos de cólera durante una epidemia. Igualmente, si a este aumento se le une tres semanas después un incremento de 50 milímetros en las precipitaciones, estos valores se asociarían con un aumento del 2,5% de riesgo.
“El cambio climático está afectando de manera clave en la dinámica y resurgimiento de las enfermedades infecciosas, en concreto al paludismo y al cólera. Países como Zimbabwe y Zambia viven este año una devastadora epidemia de cólera asociada a un proceso pandémico que afecta a gran parte del continente, y las hipótesis apuntan a que, posiblemente, el aumento de la temperatura global esté relacionado con el proceso”, agrega Luque.
La limitación del estudio es que el modelo de la asociación entre las variables ambientales y el cólera es solamente explicativo. Según el investigador, “lo ideal sería disponer de un método predictivo, ya que se podría saber de antemano cuál va a ser el aumento del número de casos previsto y así poder desencadenar una alerta temprana en la región y poner en aviso a las autoridades sanitarias”.
África en tiempos de cólera
Los brotes de cólera siguen siendo un problema para la salud pública, pues causan grandes pérdidas humanas, sociales y económicas. Sólo en 2001, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos participaron en la verificación de 41 brotes de cólera en 28 países.
Los datos de la OMS indican un aumento preocupante del número de casos de cólera en todo el mundo desde el comienzo del siglo XX. Aunque la primera pandemia comenzó en 1817 en Asia, posteriormente se propagó a otras partes del mundo, como Sudamérica y África, “la nueva patria del cólera”, donde en 2006 se concentró el 87% de los casos.
Hoy el principal foco de la epidemia de cólera se encuentra en Zimbabwe. A pesar de que el número de casos ha disminuido, la mortalidad sigue siendo elevada en casi todas las provincias y existe un riesgo real de que el brote se reactive en algunas zonas. Desde el inicio del brote en agosto de 2008 hasta el 17 de marzo de 2009, sólo en este país se han notificado 91.164 casos, 4.037 de ellos mortales.
--------------
Referencia bibliográfica:
Miguel Ángel Luque Fernández, Ariane Bauernfein, Julio Díaz Jiménez, Cristina Linares Gil, Nathalie El Omeiria, Dionisio Herrera Guibert. “Influence of temperature and rainfall on the evolution of cholera epidemics in Lusaka, Zambia, 2003—2006: analysis of a time series”. Tropical Medicine and Hygiene 103, 137—143, febrero de 2009.
Solo para medios:
Si eres periodista y quieres el contacto con los investigadores, regístrate en SINC como periodista.