El trabajo, en el que participan el Centro de Estudios Epidemiológicos sobre las Infecciones de Transmisión Sexual y el Sida de Catalunya (CEEISCAT), y varios hospitales catalanes y baleares, demuestra que la mortalidad de las personas infectadas por el VIH ha caído en un 40% entre 1996-99, 2000-02 i 2003-05. Aunque la situación de las personas seropositivas ha mejorado mucho, su esperanza de vida sigue sin igualarse con la de la población general. Un joven de 20 años con la infección puede aspirar a vivir casi 20 años menos que un joven sin el VIH.
En un ejemplar monográfico sobre Sida con motivo del Congreso Internacional que se celebrará en Méjico a partir del 3 de agosto, la revista The Lancet publica un estudio que compara la esperanza de vida de personas infectadas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y la población general.
El trabajo ha contado con la participación de 14 cohortes internacionales de pacientes que se agrupan en la Antiretroviral Therapy Cohort Collaboration (ART-CC), una iniciativa coordinada desde la Universidad de Bristol que cuenta con datos de más de 43.000 pacientes. Una de estas cohortes es la PISCIS, que incluye pacientes de Catalunya y Baleares. Esta cohorte, coordinada por el Dr. Jordi Casabona, Director del Centro de Estudios Epidemiológicos sobre las Infecciones de Transmisión Sexual y el Sida de Catalunya (CEEISCAT) del Institut Català d’Oncologia (ICO) y el Departament de Salut, y el Dr. Josep Maria Miró, consultor del Servicio de Enfermedades Infecciosas y Sida del Hospital Clínic-IDIBAPS de Barcelona, fue creada en 1998 y participan en ella 11 hospitales de Catalunya y Baleares (Anexo). El CEEISCAT actúa de Centro Coordinador y actualmente se están siguiendo más de 10.000 pacientes.
Los resultados del trabajo, donde aparece como firmante Anna Esteve del CEEISCAT, recogen datos agrupados en tres períodos: 1996-99, 2000-02 y 2003-05. Los más de 43.000 pacientes participantes no habían recibido previamente ningún tratamiento antiretroviral. Durante estos 10 años murieron 2.056 pacientes, pero gracias a los nuevos tratamientos la cifra de muertos por cada 1.000 personas se redujo de 16,3 a 10 entre los períodos 1996-99 y 2003-05. El número de años de vida perdidos se redujo, para los mismos períodos, de 366 a 189 años perdidos por cada 1.000 pacientes.
Esto significa que la mortalidad ha caído alrededor del 40% y la esperanza de vida ha aumentado una media de 13 años. A pesar de las notables mejoras, la esperanza de vida de persones infectadas por el VIH no se ha igualado a la de la población general. A fecha de hoy, el estudio calcula que un joven de 20 años con el virus del VIH vivirá de media aproximadamente hasta los 63 años, mientras que un joven sin él puede aspirar a llegar hasta los 80. Hay que tener en cuenta que este promedio refleja el hecho que existen subgrupos con peor pronóstico, como los consumidores de drogas intravenosas o aquellos con un recuento bajo de células CD4 al detectar la infección.
El Sida sigue siendo un problema de salud relevante y un reto para los profesionales sanitarios y los que la sufren. Por eso son importantes iniciativas como la cohorte PISCIS, una colaboración con más de 10 años de antigüedad entre el CEEISCAT, hospitales de primer nivel y comarcales de Catalunya y Baleares y el Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya, que junto a la Fundación para la Investigación y Prevención sobre el SIDA en España (FIPSE) financia la cohorte.
En este tiempo el PISCIS no sólo se ha consolidado como un sistema de información clave para la salud pública y la epidemiología, sino que también ha respondido a importantes preguntas de investigación clínica. Con la publicación en The Lancet se consolida además su integración en las colaboraciones internacionales de estudios prospectivos más importantes.
Los responsables de esta cohorte, y del resto de iniciativas similares alrededor de el mundo, trabajan cada día para conocer mejor los efectos del Sida y seguir mejorando los tratamientos disponibles. Aunque el mensaje de este artículo publicado en The Lancet no es tan optimista como querríamos, los resultados demuestran que en poco tiempo la situación ha mejorado de manera notable. Gracias a las nuevas terapias, más simples, efectivas y bien toleradas, el Sida ha pasado de ser mortal a corto plazo a convertir-se en una patología crónica.
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Más información:
Los 11 hospitales que participan en la cohorte PISCIS son:
Hospital Son Dureta de Mallorca
Hospital Clínic de Barcelona
Hospital Universitari Germans Trias i Pujol
Hospital de Bellvitge
Corporació Parc Taulí Sabadell
Hospital de Mataró
Hospital General de Vic
Hospital de Palamós
Hospital de la Creu Roja del Consorci Sanitari Integral de l’Hospitalet
Hospital General de Manresa
Hospital Alt Penedès de Vilafranca
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