Encuentran en Cataluña herramientas de piedra de una antigüedad mínima de 800.000 años

La excavación arqueopaleontológica en el Barranco de la Boella, que personal del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) y del Museo de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN-CSIC) desarrollan desde comienzos de mayo, y hasta el día 28 del mismo mes, ha puesto al descubierto herramientas de piedra de una antigüedad mínima de 800.000 años; son hallazgos localizados en el yacimiento de la Mina.

Chopper
Las herramientas descubiertas son muy antiguas y están poco elaboradas

"Estos instrumentos han sido localizados en las capas de suelo más antiguas que se conocen del Barranco", asegura Josep Vallverdú, responsable de la excavación e investigador del IPHES. Coincidiendo con el fin de la cuarta campaña se han presentado las defensas de mamut restauradas, que se encontraron en 2007.

Con respecto a la campaña de este año, éste es el primer año que se ha practicado una excavación en extensión en La Mina; anteriormente, los años 2008 y 2009, este yacimiento había sido sondeado. Aquellos trabajos aportaron un buen número de restos óseos de vertebrados extinguidos como un hipopótamo, úrsidos, carroñeros y otros herbívoros (ciervos, caballos...), así como restos de piedra tallados dispersos.

Las herramientas de piedra obtenidas este año están poco elaboradas (sobre una cara o dos, choppers), propio de técnicas de talla muy arcaicas. Parece que son bastante diferentes a las piedras talladas cerca del mamut el año 2007, que era una zona de actividad especializada. Además, los nuevos descubrimientos de este año han permitido aumentar el número de pruebas materiales que facilitarán el conocimiento sobre diferentes aspectos de la historia natural de la cuenca del Francolí. También se han encontrado abundantes restos de caballos, cérvidos, úrsidos y acumulaciones de huellas figuradas de ramas.

"Aunque es de prever -señala Josep Vallverdú- que futuros descubrimientos provocarán importantes avances y rectificaciones, las pruebas de que se dispone actualmente apuntan que el poblamiento prehistórico ocupa un remoto y largo periodo, entre un millón y 800.000 años antes de ahora, y después parece que la cuenca del Francolí no se puebla hasta nuevas llegadas de grupos entorno a 500.000 años, tal como ha sido demostrado en el yacimiento de la Cansaladeta (la Riba, Alt Camp), donde también excava el IPHES". En próximas intervenciones en la cuenca del Francolí tampoco se descarta encontrar nuevas capas de suelo con testigos materiales de la presencia humana en este periodo, entre 800.000 y 500.000 años, ni tampoco entorno 1,5 y 1 millón de años.

De momento, los descubimientos de este año ya son relevantes porque pertenecen a un periodo clave en el cual tienen lugar las primeras dispersiones humanas fuera de África. El equipo de investigación considera que en la cuenca del Francolí puede haber los testimonios que prueben la adquisición de nuevos comportamientos y habilidades por parte de los grupos humanos. Durante este periodo es conocido, en la evolución de la biología homínida, que estas nuevas habilidades técnicas, y sin duda, nuevas formas de organizar el territorio ecosocial, posibilitan que los grupos humanos coman y compartan más carne. "Este nuevos comportamientos, junto a otras adquisiciones como la del fuego (tal como ha sido demostrado en un yacimiento de la misma época en Israel) impulsarán a los homínidos a conquistar otras zonas geográficas y otros hábitats ecológicos, a medida que aumenta su capacidad craneal," explica Josep Vallverdú.

Embalaje y protección

Coincidiendo con el fin de la cuarta campaña de excavaciones en La Canonja, se ha presentado la restauración preliminar de las defensas de mamut encontradas el año 2007 por miembros del IPHES en el Barranco de la Boella. Se trata de un par de piezas dentarias, de un tamaño que llega a los 1.8 metros, que han sido limpiadas y embaladas para garantizar su conservación; serán depositadas en los almacenes municipales de La Canonja.

Esta intervención previa "era imprescindible con el fin de preservar estos fósiles y observarlos durante los estudios transdisciplinarios. Con esta actuación se muestra también el compromiso del IPHES para una correcta gestión y investigación del patrimonio arqueopaleontológico exhumado", declara Josep Vallverdú.

Fuente: IPHES
Derechos: Creative Commons
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