Un equipo de investigadores del Instituto para la Conservación y Mejora de la Agrodiversidad Valenciana (COMAV) de la Universidad Politécnica de Valencia, liderado por el profesor José Mª Seguí, está desarrollando un proyecto para ayudar a reducir los costes y plazos de obtención de líneas puras de semillas de especies hortícolas de interés agronómico.
Las líneas puras, imprescindibles para la producción de semilla híbrida para agricultura, se han venido obteniendo tradicionalmente mediante la fecundación de una planta por si misma una y otra vez, a lo largo de muchas generaciones. “Esto le supone al productor una gran inversión en tiempo, extensiones de cultivo y recursos económicos que luego traslada al precio final de la semilla, encareciéndola notablemente”, apunta José Mª Seguí. Pero desde que se descubrió la inducción experimental de la androgénesis, es posible obtener una línea pura en tan solo una generación in vitro.
Así, los investigadores del COMAV están trabajando en la obtención de líneas puras mediante inducción de androgénesis en especies en las que hasta ahora no se había conseguido inducir este proceso, como por ejemplo el tomate, y en otras en las que la tecnología de inducción no estaba lo suficientemente desarrollada, como la berenjena o el pimiento.
Los estudios de estos científicos valencianos pretenden avanzar en la consecución de un protocolo eficiente de inducción de la androgénesis en estas especies. Para ello, estudian en paralelo una especie modelo para este proceso, la colza, en la que dicha inducción es muy fácil de conseguir, a fin de descubrir nuevas vías de hacer que tomate, pimiento y berenjena sean menos recalcitrantes a la inducción androgénica.
“Imaginemos que necesitamos conseguir rápidamente una variedad que resista a determinados patógenos o que deba adaptarse a nuevas condiciones climáticas. Con este proceso es más sencillo y rápido obtener esas líneas puras que cumplan con estos requisitos; se podrían obtener líneas puras a la carta, pero en muy poco tiempo y con muchos menos recursos económicos que de forma tradicional”, incide José Mª Seguí.
Según apunta el investigador del COMAV, “diversas empresas del sector de la producción de híbridos comerciales de estos cultivos ya han manifestado su interés en adaptar estas tecnologías a sus sistemas de producción tan pronto como estuvieran listas”.