Estudian el aprendizaje de dos idiomas distintos en dos hermanos gemelos

El grupo de investigación reconocido de la Universidad de Valladolid UVA-LAL (Universidad de Valladolid-Language Acquisition Lab), dirigido por Raquel Fernández Fuertes, y el grupo de investigación de la Universidad de Ottawa (Canadá), al mando de Juana Liceras, han recogido desde sus primeras palabras y analizado la adquisición de dos idiomas, inglés y español, en unos niños gemelos que viven en Salamanca. El padre de los pequeños es castellanoparlante, mientras que la madre es hablante nativa de ingles norteamericano, y ambos se dirigen siempre a los niños en sus respectivas lenguas maternas.

Un trabajo de las universidades de Valladolid y de Ottawa.
Raquel Fernández Fuertes visita la web de la iniciativa 'Childes'. Foto: DiCYT.

En declaraciones a DiCYT, Raquel Fernández Fuertes ha subrayado la importancia del corpus de datos elaborado en base a dos peculiaridades, por un lado, la extensión a lo largo de cinco años de la recogida de producción lingüística, desde que los niños tenían un año y un mes hasta que contaban con seis años y once meses; y por otro, la carga genética, ya que, a priori, al ser gemelos la adquisición simultánea de las dos lenguas debe ser la misma.

Las investigaciones se iniciaron en el año 2000, aunque ya en 1997, antes de que nacieran los gemelos, las dos investigadoras contactaron con los padres para exponerles su propósito: elaborar un extenso corpus de datos bilingüe, para lo que tenían que invadir la vida de su familia durante cinco años, con el fin de incluirlo en Childes (Child Language Data Exchange System), un portal on line que recoge datos lingüísticos de niños, tanto monolingües como bilingües, de distintas lenguas. "Es una de las herramientas básicas para los estudiosos del lenguaje y su adquisición, al poner a disposición de la comunidad científica datos lingüísticos sobre los que llevar a cabo investigación sobre el lenguaje", asegura Raquel Fernández Fuertes.

El único corpus de datos bilingüe ingles/español incluido hasta ese momento en Childes no superaba los tres años de recogida de producción lingüística y no estaba fundamentado en dos hermanos gemelos, lo que da cuenta de la importancia del estudio llevado a cabo. Los datos fueron grabados en formato vídeo digital y en total se obtuvieron 82 horas de grabación (37 en español y 45 en inglés) en 172 sesiones en las que los pequeños "interactuaban con los padres e investigadores en un contexto natural".

Las grabaciones se transcribieron en formato Chat, un software con códigos "unificados" y pautas concretas a seguir por toda la comunidad científica con el objetivo de facilitar las investigaciones a nivel global. Mediante este sistema se pueden captar a través de diferentes símbolos aspectos importantes del contexto, "como a quién se dirige el niño o las dudas que pueda tener" a la hora de expresarse. Asimismo, algunos de los corpus de datos que se localizan en Childes ligan las transcripciones Chat a archivos de audio o vídeo lo cual aporta aún más información al lingüista, por ejemplo, sobre la comunicación no verbal referida a la gestualidad.

Las complejas sesiones de transcripción finalizaron en 2008. Mientras el grupo de investigación de la Universidad de Valladolid se encargó de digitalizar las sesiones en español, los investigadores canadienses transcribieron las grabaciones en inglés. Simultáneamente, analizaron los datos obtenidos y determinaron que, pese al contexto monolingüe en español, los pequeños habían adquirido los dos idiomas con la misma facilidad.


"Las lenguas poseen categorías léxicas y funcionales que, de pequeños, somos capaces de percibir". Esta capacidad neuronal "se pierde con los años y por eso se tarda más en aprender una segunda lengua" al ser adultos, recuerda Raquel Fernández Fuertes. Asimismo, y además de esa capacidad innata para aprender una primera lengua, también es importante el contexto lingüístico en el que esa lengua o lenguas se adquieren y, en ese sentido, en la adquisición del inglés y del español por parte de estos niños gemelos bilingües también influyeron los viajes anuales a los Estados Unidos cada verano y que en el ámbito familiar se fomentara la lectura en inglés y los programas de televisión en inglés.


La colaboración entre las universidades de Valladolid y Ottawa en esta materia surgió hace años, cuando Raquel Fernández Fuertes elaboraba su tesina en otra ciudad y Juana Liceras dirigía su trabajo. Esta investigación centrada en la adquisición de lenguas y que ha dado lugar al denominado corpus Ferfulice que acaba de incluirse en Childes.

Fuente: DiCYT
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