Las gammapatías monoclonales son trastornos que se producen por la producción anormal de anticuerpos (o inmunoglobinas), los elementos que emplea el sistema inmunitario para identificar y neutralizar elementos extraños como bacterias o virus. Aunque dentro de ellas existen algunas enfermedades claramente tumorales como el mieloma múltiple, la macroglobulinemia de Waldenström o la amiloidosis, entre un 55 y 75% de las gammapatías monoclonales son cuadros en los que no existe síntoma maligno alguno. Sin embargo, tampoco son benignas, puesto que se ha constatado que un 1% de los casos se malignizan.
Un grupo de investigadores del Servicio de Hematología del Hospital General de Segovia cree que los factores biológicos que propician la progresión de esta dolencia a mieloma múltiple no están totalmente elucidados, por lo que han iniciado un estudio de cohorte poblacional de gammapatías monoclonales de significado incierto. A punto de concluir la segunda subfase, recogida de datos epidemiológicos, los médicos quieren ahora validar los factores que inciden en esta evolución maligna y detectar la existencia de nuevos factores, si los hubiera.
El proyecto GMSI, como se denomina el trabajo de investigación, tiene actualmente casi dos años y medio de evolución. Dentro de él se han estudiado a casi 7.000 personas, lo que ha permitido detectar 160 casos de gammapatía monoclonal. A finales de marzo concluirá la subfase en la que se han recogido datos de usuarios de la sanidad pública de centros de salud de la ciudad de Segovia mayores de 50 años. Esta subfase comenzó en mayo del 2010 y consistió en un envío por carta del proyecto a los residentes que no habían acudido a sus centros de salud en la primera subfase, en las que por lo tanto, había riesgo de que quedaran fuera del estudio epidemiológico. Sometidos los pacientes a una pequeña extracción de sangre para diagnosticar el trastorno, los primeros resultados se presentarán en un congreso internacional en París en mayo a través de una comunicación.
Predecir el riesgo
La existencia de factores que ayudarían a predecir el riesgo de evolución de gammpatías monoclonales de significado incierto a mieloma múltiple u otras gammapatías malignas es un campo de estudio largamente explorado, por lo que se han descrito múltiples factores pronósticos. Asimismo se han diseñado clasificaciones de riesgo combinando varios de estos parámetros y se han definido grupos de pacientes con diferente riesgo de evolucionar a mieloma múltiple. Sin embargo, no hay acuerdo entre los especialistas respecto a las pruebas necesarias en las visitas de seguimiento, la frecuencia de las mismas, ni siquiera sobre la necesidad de estas visitas. Tampoco lo hay sobre si el seguimiento debe realizarse en el ámbito de Atención Primaria ó de Atención Especializada, aunque las visitas son realizadas en muchas zonas de nuestro país en los hospitales de las áreas sanitarias correspondientes.
Los investigadores parten de tres hipótesis: que las gammapatías monoclonales de significado incierto tienen una alta prevalencia en la provincia de Segovia por las características demográficas de la misma (el envejecimiento progresivo), que la progresión a mieloma múltiple depende de una serie de factores biológicos no totalmente elucidados en el momento actual y que el seguimiento de algunos de los pacientes con GMSI puede realizarse en la consulta de Primaria.
La posibilidad de que existan factores desconocidos ha propiciado que Hematología del Hospital General de Segovia haya empezado a colaborar con otros servicios del propio complejo asistencial (Radiología), con su homólogo del Hospital Universitario de Salamanca y con el servicio de Citometría de la Universidad de Salamanca. La investigación se ha diversificado en “una serie de proyectos satélites que pretenden profundizar en el tercer objetivo del proyecto inicial: estudiar los factores predictivos clínicos o biológicos de evolución a mieloma múltiple”, explica el investigador principal, José Mariano Hernández. Así, se han iniciado estudios paralelos sobre estudio de células plasmáticas patológicas en sangre periférica, nuevas pruebas de imagen y marcadores bioquímicos de remodelación ósea.
Para estudiar estos factores, ha sido necessario conservar las muestras de suero obtenido del la sangre y del ARN y ADN extraído de los participantes en los hospitales de Segovia y Salamanca. Allí permanecerán almacenados por un periodo máximo de 20 años por si en ese tiempo se detectan nuevos factores.
Baja prevalencia en los resultados preliminares
Entre casi siete mil ciudadanos que han participado en el estudio sobre gammapatías monoclonales de significado incierto, se han detectado unos 160 casos positivos, lo que significa una prevalencia cercana al 2%. Estos datos preliminares “no son del todo reales” ya que falta analizar una cantidad de extracciones que permitan que la muestra sea más significativa, advierte José Mariano Hernández, coordinador de la investigación. Un estudio similar de la Clínica Mayo en el condado de Olmsted (Minnesota, Estados Unidos), encontró la enfermedad en el 3’2% de las personas mayores de 50 años, 5’3% de los mayores de 70 años y un 6’6% de los mayores de 80 años.