Hallan huesos de notosaurios en la provincia jiennense de hace más de 230 millones de años

Un investigador de la Universidad de Jaén ha hallado huesos de notosaurios con más de 230 millones de años, los restos fósiles de vertebrados más antiguos que se han encontrado en Andalucía. Además, su estudio revela que se produjo una inundación catastrófica en la franja que va de Puente de Génave (Jaén) a Bienservida (Albacete).

Hallan huesos de notosaurios en la provincia jiennense de hace más de 230 millones de años
Representación gráfica de notosaurio. / Jesús Reolid.

El geólogo de la Universidad de Jaén, Matías Reolid, ha descubierto restos óseos con más de 230 millones de años de edad que pertenecen a tres especies de reptiles marinos, notosaurios en su mayoría, en el área que va desde el municipio de Puente de Génave (Jaén) hasta Bienservida (Albacete).

El paleontólogo destaca que se trata de los restos fósiles de vertebrados más antiguos que se han encontrado en Andalucía, y por tanto de un hallazgo científico muy valioso para conocer el pasado más remoto de esta región.

“El análisis de estos fósiles y de los materiales en los que se encuentran ha revelado que en esta zona se produjo una inundación catastrófica en el Triásico, probablemente provocada por un tsunami o un huracán”, subraya Reolid en base al estado de los huesos descubiertos y a las estructuras que presenta la capa de caliza en la que se encuentran.

El investigador añade que el contenido fósil y los rasgos geoquímicos corroboran la existencia de este evento de inundación catastrófica, el cual se produjo en un área emergida próxima al mar donde fueron arrastrados y depositados selectivamente los huesos de estos reptiles marinos que vivieron durante el Triásico.

La mayoría de los restos óseos han sido hallados en el área de Villarodrigo y Las Atalayas, en la provincia de Jaén, y son en su mayoría vértebras y costillas, y en menor medida fragmentos de pelvis, húmeros y elementos craneales que pertenecen a tres géneros de reptiles marinos, Nothosaurus, Simosaurus y Placodus. Estos reptiles son miembros de un linaje que se adaptó tempranamente al medio acuático.

“Los notosaurios podían alcanzar los tres metros de longitud y solían vivir en zonas costeras. Tenían los dientes muy largos y se alimentaban de peces”, explica el experto, que destaca que es importante no confundir estos reptiles con dinosaurios.

Matías Reolid es el responsable de esta investigación científica en la que han colaborado expertos de la Universidad de Hamburgo y de la Universidad de Bristol, y que ha contado con el apoyo de la Fundación Patrimonio Sierra de Segura. Los resultados de este trabajo han sido publicados recientemente en la revista internacional FACIES.

Fuente: Universidad de Jaén
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