Un extenso informe, que se publica este mes de Febrero en la prestigiosa revista Addiction, muestra los resultados de un trabajo sobre la evolución de la incidencia del consumo de heroína en España, desde 1971 hasta el 2005. Este exhaustivo trabajo, que abasta 35 años de historia de una adicción que genera importantes problemas de salud pública, y que durante los años 70-80 se convirtió en una verdadera epidemia en España, ha conllevado el análisis de los datos de 167.753 personas con problemas de adicción a esta droga.
Un extenso informe, que se publica este mes de Febrero en la prestigiosa revista Addiction, muestra los resultados de un trabajo sobre la evolución de la incidencia del consumo de heroína en España, desde 1971 hasta el 2005. Este exhaustivo trabajo, que abasta 35 años de historia de una adicción que genera importantes problemas de salud pública, y que durante los años 70-80 se convirtió en una verdadera epidemia en España, ha conllevado el análisis de los datos de 167.753 personas con problemas de adicción a esta droga.
La investigación ha sido dirigida por el grupo de investigación en Epidemiología de las Drogas de Abuso del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM-Hospital del Mar), en estrecha colaboración con investigadores de la Universidad de Barcelona, el Observatorio Español sobre Drogas, el CIBER en Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP), el Observatorio sobre Drogas de la Región de Múrcia y la Dirección General de Salud Pública de Cataluña.
El informe revela que actualmente el número de personas que se inician en el consumo de heroína en España es menor que a principios de los años 70, y un 95 % inferior respecto el período entre 1979 y 1982, donde el índice de nuevos consumidores de heroína entre la población -de 15 a 44 años de edad- mostró su máximo. De 190 inicios en el consumo de heroína por cada 100.000 habitantes en 1980, se pasó a 8 inicios por cada 100.000 habitantes en 2005. Así mismo, el equipo investigador refiere que, de promedio, la adición es cinco veces más frecuente en hombres que en mujeres. A partir de finales de los 80, posiblemente a causa de la emergencia del peligro de contagio por VIH y de las infecciones por hepatitis C, la vía de administración inyectada se fue substituyendo por la inhalada. La edad promedio de iniciación era de 21 años y la de inicio de tratamiento de deshabituación los 28 años.
Según Antonia Domingo, coordinadora del estudio: “Destaca que la incidencia (nuevos consumidores) comenzó a bajar antes de que se tuviera consciencia de la gravedad de la epidemia y, por tanto, de que se realizara ninguna acción sanitaria al respecto. Probablemente a este hecho contribuyó la aparición de otras sustancias consideradas por la sociedad de menos riesgo que la heroína, como la cocaína o el éxtasis, y por las severas consecuencias que tuvo la epidemia de VIH en España”. Pero los investigadores remarcan que desde 2005 la tendencia a la baja en los tratamientos por consumo de heroína se ha estabilizado. Es necesario ver en futuros estudios como se comporta este cambio y cual será la evolución de ésta adicción.
Conocer el índice de nuevos consumidores es básico para tener información de cómo se comporta esta adicción, ya que la prevalencia de la epidemia, es decir, el total de adictos, es el resultado de la suma de los nuevos consumidores a los ya existentes hasta el momento que lo dejan de ser. El total de adictos a la heroína llegó a sus cotas máximas a principios de los años 90, con más de 150.000 consumidores en España.
Los datos sobre la incidencia del consumo de heroína en nuestro país se han estimado a partir de la base de datos facilitada por el Observatorio Español sobre Drogas, una institución sanitaria que contiene los registros anónimos de las personas atendidas para tratamientos en los centros de salud públicos españoles y en las fundaciones públicas del Estado. A pesar de las limitaciones del estudio, los autores afirman que metodológicamente, estas observaciones se han comportado como un indicador indirecto del total consumo de heroína en el Estado.
En este sentido, otra de las conclusiones que se desprenden del presente trabajo es la idoneidad de la aproximación metodológica utilizada a partir de tendencias observables, que se está adaptando para analizar la incidencia de otras adicciones, como la cocaína, desde sus inicios hasta nuestros días en la población española. Los investigadores remarcan que es necesario estudiar si la emergencia de otras sustancias puede haber hecho cambiar los hábitos de consumo y por lo tanto, cual es la incidencia del consumo de las distintas drogas de abuso, no perdiendo de vista, un posible nuevo incremento en el consumo de heroína.
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Referencia bibliográfica:
“Problematic heroin use incidence trends in Spain”. Addiction, doi:10.1111/j.1360-0443.2008.02451.x
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