Un estudio publicado en Nature Genetics evidencia por primera vez que las variantes genéticas relacionadas fuertemente con otras enfermedades autoinmunes son más propensas a asociarse nominalmente con la dermatitis atópica. Dicha dermatitis, también conocida como eccema, es una enfermedad inflamatoria común de la piel que afecta a un 15-30% de los niños y un 5-10% de los adultos.
Investigadores de varias instituciones españolas han identificado nuevos marcadores genéticos asociados con el riesgo de dermatitis atópica gracias a estudios de asociación genéticos.
Para identificar estos nuevos marcadores de susceptibilidad, se realizó un metaanálisis de más de 15 millones de variantes genéticas en 21.399 casos y 95.464 controles de las poblaciones de ascendencia europea, africana, japonesa y latina, seguido de replicaciones en 32.059 casos y 228.628 controles de 18 estudios.
Los factores de riesgo más fuertes conocidos son mutaciones nulas del gen FLG (filagrina), que provoca deficiencias de la barrera epidérmica. Previamente, estudios de asociación de genoma completo habían identificado 20 marcadores genéticos (diez en población europea, ocho en población japonesa y dos en poblaciones chinas), principalmente implicados en la desregulación del sistema inmune.
Los investigadores de este estudio, publicado en Nature Genetics, han identificado diez nuevos marcadores de riesgo, con lo que el número total conocido de marcadores de riesgo para la dermatitis atópica sube a 30.
En particular, los nuevos marcadores incluyen genes candidatos con papeles en la regulación de las defensas innatas del huésped y en la función de las células T, lo que subraya la importante contribución de mecanismos (auto)inmunes a la patogénesis de la dermatitis atópica.
"Hemos identificado diez nuevos marcadores fuertemente asociados con la dermatitis atópica en la población europea, seis de ellos con una elevada trascendencia en el análisis de efectos aleatorios de todo el genoma en todos los estudios de todos los grupos de ascendencia, con lo que el número total de marcadores de susceptibilidad de dermatitis atópica sube a 30 (24 en los europeos), con evidencias de señales secundarias en cuatro de estos marcadores”, explica Jordi Sunyer, investigador del CREAL, centro aliado ISGlobal, participante en el estudio.
Y continúa, “todos los marcadores de susceptibilidad recientemente identificados están relacionados con la regulación (auto)inmune, en particular, con la señalización inmune innata y la activación y la especificación de células T, que parece tener una superposición genética sustancial con otras enfermedades inflamatorias y autoinmunes. Estos resultados apoyan nuevos enfoques terapéuticos dirigidos a la modulación inmune".
Heredabilidad del 90%
Tal y como concluye Lavinia Paternoster, investigadora del Medical Research Council de la Universidad de Briston, y primera autora, junto con Marie Standl, investigadora del Instituto de Epidemiología de Múnich, “se ha evidenciado por primera vez que las variantes genéticas asociadas fuertemente con otras enfermedades autoinmunes eran más propensos a asociarse nominalmente con la dermatitis atópica”.
La dermatitis atópica o eccema es una enfermedad inflamatoria común de la piel que afecta a un 15-30% de los niños y 5-10% de los adultos. Su patogénesis implica anormalidades en la barrera cutánea e inflamación cutánea celular provocada por las células T. Esta enfermedad tiene contribuciones genéticas considerables, con estimaciones de heredabilidad de hasta un 90% en los europeos.
Referencia bibliográfica:
Paternoster L. et al. Multi-ancestry genome-wide association study of 21,000 cases and 95,000 controls identifies new risk loci for atopic dermatitis. Nature Genetics. doi:10.1038/ng.3424
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