Identifican los 13 mayores retos para resistir al cambio climático en el Mediterráneo

Un equipo multidisciplinar de 28 investigadores ha evaluado el progreso científico de los últimos 16 años en el estudio del cambio global en los ecosistemas terrestres mediterráneos, y ha identificado cuáles han de ser las prioridades inmediatas de investigación para lograr que nuestros ecosistemas sean más resistentes a los efectos negativos de este fenómeno.

Los ecólogos debe afrontar 13 retos para que el Mediterráneo resista los efectos del cambio global
Los ecólogos debe afrontar 13 retos para que el Mediterráneo resista los efectos del cambio global. / CREAF.

Los científicos consideran clave comprender por qué las sequías están matando últimamente tantos árboles y cómo influye la historia local del bosque en esta mortalidad. También advierten de que sabemos muy poco acerca de los efectos conjuntos de las diferentes perturbaciones sobre cada ecosistema, y destacan la necesidad de plantear proyectos de investigación más duraderos y a gran escala.

28 investigadores –15 de ellos del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales– han publicado en la revista Global Ecology and Biogeography los 13 mayores retos que la ciencia tiene que afrontar para resistir al cambio global en la región mediterránea y tres aspectos fundamentales a tener en cuenta.

En primer lugar, aseguran que ya no es suficiente con estudiar como si fueran cajas cerradas las diferentes modificaciones que estamos provocando en el ecosistema: el cambio climático, los cambios en el régimen de incendios, la pérdida de biodiversidad, etc. Es necesario invertir esfuerzos en “comprender cómo cada una de esas cajas interacciona con otras cajas”, afirma Enrique Doblas, investigador del CREAF. Y pone un ejemplo: “La sequía puede provocar erosión en el suelo, pero la erosión que estamos encontrando no se explica si no añadimos a esa sequía todos los cambios de uso del suelo de los últimos 50 o 60 años.”

Ya no es suficiente con estudiar como si fueran cajas cerradas las diferentes modificaciones que estamos provocando en el ecosistema

En segundo lugar, los datos recogidos a pequeña escala suelen generar demasiado error cuando intentamos utilizarlos para predecir los efectos del cambio global a gran escala. Para revertir esta situación, los autores del artículo proponen mejorar las redes de intercambio de datos entre investigadores y plantear experimentos de larga duración y a escalas regionales o incluso globales.

Y en tercer lugar, el artículo insiste en la importancia que tiene la historia local del ecosistema en la manera en que éste es capaz de responder al cambio global y, en especial, a los efectos cada vez más importantes de las sequías. “Del mismo modo que no te recuperas igual de una infección si es la primera o la segunda vez que la padeces, dos ecosistemas pueden parecer idénticos y no serlo en absoluto por la historia que han vivido”, aclara Doblas.

Referencia bibliográfica:

Doblas-Miranda, E., Martínez-Vilalta, J., Lloret, F., Álvarez, A., Ávila, A., Bonet, F. J., Brotons, L., Castro, J., Curiel Yuste, J., Díaz, M., Ferrandis, P., García-Hurtado, E., Iriondo, J. M., Keenan, T. F., Latron, J., Llusià, J., Loepfe, L., Mayol, M., Moré, G., Moya, D., Peñuelas, J., Pons, X., Poyatos, R., Sardans, J., Sus, O., Vallejo, V. R., Vayreda, J. and Retana, J. (2015), Reassessing global change research priorities in mediterranean terrestrial ecosystems: how far have we come and where do we go from here?. Global Ecology and Biogeography, 24: 25–43. doi: 10.1111/geb.12224

Fuente: Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales
Derechos: Creative Commons
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