Una nueva investigación, dirigida por el investigador catalán Joan Massagué, identifica tres genes que actúan como mediadores específicos de la metástasis del cáncer de mama en el cerebro. El estudio, que se ha publicado hoy en la edición on line de la revista Nature, arroja luz sobre los mecanismos mediante los que se produce esta dispersión de la enfermedad.
Los genes COX2 y HG-EGF (que estimulan la movilidad e invasividad de las células cancerosas) han resultado ser mediadores genéticos en el proceso por el que el cáncer de mama se extiende al cerebro. El trabajo, realizado por investigadores del Instituto de Investigación sobre el cáncer Memorial Sloan-Kettering (EE UU), comprobó que un tercer gen, ST6GALNAC5, proporciona a las células cancerosas la capacidad de salir del torrente sanguíneo y atravesar la barrera hematoencefálica para entrar en el cerebro.
“Nuestra investigación aclara la función que estos genes desempeñan en el modo en que las células de un tumor de mama se liberan y, una vez que pueden moverse, eligen el lugar en el que atacar”, explica Joan Massagué, jefe del Programa sobre Biología y Genética del Instituto de Investigación sobre el cáncer Memorial Sloan-Kettering e investigador del Instituto Médico Howard Hughes (EE UU).
La metástasis del cáncer de mama en el cerebro suele producirse años después de la extirpación de un tumor de mama, lo que indica que, inicialmente, las células cancerosas liberadas no poseen las funciones especializadas necesarias para atravesar la densa red de capilares que constituyen la barrera hematoencefálica.
Esta barrera evita la entrada de las células que circulan por la sangre y regula el transporte de moléculas al tejido cerebral. Para originar una metástasis en el cerebro, las células cancerosas circulantes deben, por tanto, ser capaces de atravesar la barrera hematoencefálica e interactuar con el entorno específico del cerebro.
En el estudio, Massagué y sus compañeros aislaron células cancerosas que tenían como objetivo preferente el cerebro, tomándolas de pacientes que se encontraban en una fase avanzada de la enfermedad. Los investigadores identificaron ciertos genes y funciones que, de forma selectiva, median en el paso de las células cancerosas a través de la barrera hematoencefálica.
Una enzima para infiltrarse en el cerebro
Los autores observaron que STYGALNAC5, una enzima que normalmente sólo está activa en el tejido cerebral, desencadena una reacción química que ayuda a las células del cáncer de mama a abrirse paso a través de la barrera hematoencefálica. Sus hallazgos muestran que las células cancerosas utilizan esta enzima como medio para infiltrarse en el cerebro.
“Nuestros resultados llaman la atención sobre la función, antes desconocida, del revestimiento de la superficie celular en la metástasis cerebral, y sobre la posibilidad de usar fármacos para interferir en estas interacciones”, sostiene Massagué. “Aunque es necesario realizar más estudios para explorar la función de estos genes en la metástasis cerebral y su interés como objetivos terapéuticos”.
Anteriormente, el grupo de investigación del científico catalán ya había observado que COX2 y HB-EGF, que preparan a las células del cáncer de mama para su entrada en el cerebro, estaban implicados en la dispersión del cáncer de mama al pulmón. Esto indica que los mediadores genéticos de la metástasis en el cerebro y el pulmón son, en parte, comunes, lo que podría explicar la relación existente entre el cáncer de mama y la posterior aparición de cáncer de cerebro y pulmón.