Dentro de un año funcionará una nueva plataforma de simulación 3D. Investigadores del Instituto de Aplicaciones de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones Avanzadas (ITACA) de la Universidad Politécnica de Valencia participan en este proyecto europeo que fomenta la incorporación de los conceptos de accesibilidad y usabilidad al diseño de aplicaciones tecnológicas destinadas a personas de edad avanzada y a usuarios con alguna discapacidad.
Uno de los objetivos prioritarios de la Comisión Europea es el envejecimiento activo y la vida independiente de las personas con alguna limitación. “Sin embargo, aunque hoy se investiga mucho en las tecnologías asociadas a la “Vida Asistida por el Entorno” (en inglés, Ambient Assisted Living, AAL), no existía una herramienta que permitiera evaluar de manera fácil y cómoda el nivel de accesibilidad de dichos servicios”, explica Pilar Sala, responsable del equipo de investigadores de Valencia.
Con el objetivo de cubrir ese espacio, el Grupo TSB (Grupo de Tecnologías para la Salud y el Bienestar) del ITACA propuso el proyecto Vaalid. Esta investigación persigue desarrollar una Plataforma de Simulación Inmersiva 3D donde diseñadores y programadores puedan probar los servicios que estén creando.
Es decir, a través de los entornos virtuales, se estudiarán las interacciones entre las personas y los dispositivos que tienen a su alrededor para determinar si se desenvuelven con facilidad o, por el contrario, es necesario incorporar modificaciones al producto o servicio. Según la investigadora valenciana, “al permitir hacer pruebas desde las primeras fases del diseño, se lograrán mejores productos finales, más fáciles de usar y más accesibles para distintos tipos de usuarios”.
Entre los servicios de AAL que se podrán evaluar mediante la plataforma de simulación, se incluyen aplicaciones que recuerdan a la persona mayor la medicación que debe tomar; hacen la compra de manera remota; detectan un escape de gas o si la persona se ha dejado una puerta abierta; le permiten comunicarse por videoconferencia con la familia y los servicios sanitarios, etc.
La investigadora del ITACA incide en que estos servicios pueden estar integrados no solo en la casa, sino también en el móvil, para recordar al usuario por ejemplo la lista de la compra o guiarle hasta su destino en caso de perderse. Otros de estos servicios se desarrollan para lugares públicos como estaciones de tren o aeropuertos.
El papel de la Universidad
El equipo del ITACA es el coordinador técnico del proyecto y, aunque participa en todos los grupos de trabajo, se centra en el modelado de los entornos que se utilizarán en las simulaciones. Los modelos de usuario de las tecnologías que diseña el grupo de Pilar Sala incluyen diferentes perfiles según sus niveles de visión, de audición y de movilidad ya que se han de considerar todos los posibles obstáculos con los que se vayan a encontrar en su vida diaria.
El proyecto Vaalid se enmarca en el Séptimo Programa Marco de la Comisión Europea y está liderado por la multinacional Siemens. Los demás socios son la Unidad de Imagen Gráfica del Instituto Fraunhofer (Alemania), la Universidad de Parma (Italia), la Universidad Politécnica de Madrid, y las empresas UID y SPIRIT. También participa el Centro de Cultura Científica de Volta (Italia), una entidad pública que se encarga de labores sociales y es la conexión del consorcio con los beneficiarios (personas mayores y discapacitados) y con otras empresas que ofrecen servicios de AAL en Italia.
Tras un año de trabajo, el consorcio se encuentra ultimando un primer prototipo de la plataforma de simulación que servirá para hacer una evaluación inicial e ir perfeccionando su diseño. En todos los países participantes (España, Italia, Alemania y Grecia) se han organizado grupos de discusión y entrevistas con los potenciales usuarios de la herramienta como diseñadores de estos servicios AAL y otros profesionales como arquitectos, constructores e ingenieros.
Asimismo, los socios han entrevistado a personas de la Administración que están en contacto con los beneficiarios finales del proyecto, como el personal de los centros de día, y a grupos de personas de edad avanzada y asociaciones de discapacitados. “En este sentido, era importante conocer la disponibilidad de estos dos sectores de población para participar en las pruebas piloto que tendrán lugar más adelante. La iniciativa recibió una buena acogida y nadie se sintió incómodo en el entorno de realidad virtual”, asegura Pilar Sala.
En un año se espera tener la plataforma terminada e implementada. Posteriormente, se han programado 6 meses de pruebas, corrección de fallos y mejora de los detalles. Aunque Vaalid es un proyecto de investigación, el consorcio ha abierto líneas de estudio para evaluar las posibilidades de explotación de la herramienta.