La Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y la Fundación para la Investigación del Cáncer de la Universidad de Salamanca han firmado un acuerdo de colaboración que supondrá el arranque de una investigación sobre el papel biológico del oncogén TC21, y su validez como biomarcador y diana terapéutica.
El Centro de Invcestigación del Cáncer de Salamanca es el encargado de coordinar este proyecto, que parte de estudios anteriores y que ahora se denominará Importancia de la GTPasa oncogénica TC21 en procesos tumorigénicos.
En el proyecto estará coordinado por Xosé Bustelo y en él participan tanto grupos de investigación básica como clínica básicos y clínicos en este proyecto, de manera que, de haber resultados positivos, se trasladarían con mayor rapidez al diagnóstico y tratamiento del cáncer.
Esta iniciativa está vinculada a la Red Temática de Investigación Cooperativa en Cáncer (RTICC), a la cual pertenecen los tres investigadores principales, ha sido otorgado gracias a la evaluación técnica llevada a cabo por la Agencia Nacional de Evaluación y Prospectiva (ANEP).
Los resultados de estos estudios moleculares y clínicos den una visión global del papel biológico TC21 en cáncer, su validez como biomarcador y diana terapéutica y, finalmente, el descubrimiento de fármacos de utilidad anti-tumoral.
TC21 pertenece a la misma familia que Ras, el oncogén humano más hallado en cánceres humanos. Hasta este momento, diversas pistas apoyan un posible papel de TC21 en dicha patología, según los expertos que van a iniciar esta investigación. Por ejemplo, en algunas investigaciones se ha comprobado que la expresión de TC21 está alterada en algunos tumores como el de mama, esófago o los de células sanguíneas.
Por otra parte, diversos estudios moleculares han indicado que TC21 favorece la aparición de tumores cuando su función se altera a través de mutaciones genéticas. Pese a estas pistas previas, todavía se conoce muy poco acerca de su papel real en cáncer humano y sobre su potencial interés clínico y terapéutico. Para esclarecer la importancia de este gen en procesos cancerígenos, el proyecto de investigación quiere dar respuestas a cinco grandes preguntas.
Los grupos científicos dispondrán de 1.200.000 euros gracias a la financiación de la Fundación de la AECC.
Cinco grandes preguntas que responder
En primer lugar, cuál es el papel de TC21 en procesos oncogénicos. En segundo lugar, si TC21 podría ser interesante como diana terapéutica. En tercer lugar, cuáles son los mecanismos moleculares activados por TC21 que favorecen la aparición y la progresión del cáncer. En cuarto lugar, los científicos quieren saber si podría tener utilidad como biomarcador para diagnosticar o predecir el curso o tratamiento de cánceres concretos. Finalmente, la última pregunta será si es posible desarrollar nuevos fármacos capaces de inhibir la actividad de TC21 y, por tanto, de frenar
el cáncer.
¿Cómo tratarán de dar respuesta los diferentes grupos de investigación a estas preguntas? El trabajo con ratones modificados genéticamente para suprimir o activar el gen TC21 será la clave. De esta manera, se podrá conocer el papel de TC21 en la génesis y progresión del cáncer así como averiguar si la inhibición de esta molécula tiene alguna influencia. También de esta forma se podrá conocer la frecuencia de aparición de alteraciones en TC21 en diversos tipos de cáncer.