La UV y el CEAM han creado el Laboratorio de Meteorología-Climatología para estudiar los procesos atmosféricos que afectan la cuenca mediterránea occidental y analizar las tendencias de temperaturas y precipitaciones con el fin de realizar un seguimiento del cambio climático en este área. Esta unidad de investigación también desarrolla proyectos para encontrar nuevos yacimientos de recursos hídricos, como las nieblas acumuladas en las cimas de las montañas.
Una de las líneas prioritarias de investigación del Laboratorio son los procesos atmosféricos de la cuenca mediterránea “con el fin de intentar ayudar a la mejora del pronóstico de los riesgos meteorológicos, como también avanzar en su modelización”, explica la responsable de la unidad, la profesora de Geografía Física María José Estrella.
De hecho, los científicos de la UV y del CEAM manifiestan su interés en conocer y describir las tendencias atmosféricas de futuro en la Comunidad Valenciana, en precipitaciones y temperatura, para poder analizar con más detalle el impacto del cambio climático en la cuenca mediterránea occidental.
Nuevos yacimientos hídircos y usos ambientales
Otra de las iniciativas del Laboratorio de Meteorología-Climatología es adelantar en la búsqueda de nuevos yacimientos de caudales. Así, por ejemplo, los expertos trabajan en la viabilidad de captar una de las entradas más desconocidas al sistema hídrico, como es el agua de niebla concentrada en las cumbres de las montañas.
Hasta ahora, los resultados de los proyectos que se han llevado a cabo muestran que el agua de niebla “puede constituir un importante imput añadido a nuestro sistema hidrológico”, apunta Estrella. Tanto es así, que las tasas anuales de rendimiento llegan, en lugares del sur del territorio valenciano, a valores tan elevados como 7 litros/m2/día. Además, esta aportación de caudales, en mucho lugares, puede ser el único a lo largo del verano.
Estos buenos resultados llevan al Laboratorio de Meteorología-Climatología a continuar la evaluación del uso potencial del agua de niebla en la regeneración de la cubierta vegetal en los ecosistemas degradados del área mediterránea, como también en la lucha contra incendios forestales puesto que son recursos que pueden abastecer balsas de agua.