Más de 140 países reunidos en Ginebra han aprobado una nueva normativa internacional jurídicamente vinculante que regulará la contaminación por mercurio, un metal muy tóxico y dañino para la salud. El nuevo tratado, denominado Convención de Minamata, establece normas obligatorias y voluntarias destinadas a controlar la contaminación por mercurio.
Una nueva normativa internacional, conocida como Convención de Minamata –en recuerdo a la ciudad japonesa que fue el centro de un brote de envenenamiento por metilmercurio en la década de los años 50 y que provocó la muerte de 900 personas–, ha sido aprobada el pasado sábado en Ginebra con el fin de regular el comercio y el suministro de mercurio, así como el uso del metal en productos y procesos industriales.
Debe ser ratificada por los diferentes Estados, por lo que podría tardar entre tres y cinco años en entrar en vigor, según informó a la agencia Reuters el portavoz del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) Nick Nuttall.
Representantes del Grupo de Trabajo Mercurio Cero, entre los que se encuentran Ecologistas en Acción, han manifestado su satisfacción con el acuerdo, aunque se muestran precavidos ante las limitaciones del convenio.
"La adopción de un acuerdo jurídico mundial sobre el mercurio es un gran logro", declara Michael T. Bender del Grupo de Trabajo Mercurio Cero. "Sin embargo –añade– el instrumento se ve obstaculizada por los débiles controles sobre las emisiones de mercurio de las fuentes más importantes, como las centrales eléctricas de carbón".
Entre las disposiciones que incluye el texto están reducir el comercio, prohibir la minería primaria de mercurio, y eliminar este tóxico en la mayoría de los productos que lo contienen, como termómetros, aparatos de medición y baterías.
El tratado también trata el tema de la extracción de oro artesanal y en pequeña escala (ASGM por sus siglas en inglés), que es la mayor fuente de emisiones actualmente en el mundo.
Antes de la reunión de cinco días, el Programa Ambiental de las Naciones Unidas (PNUMA) publicó un informe advirtiendo que los países en desarrollo se enfrentan a los riesgos ambientales de una mayor exposición al mercurio
El mercurio es un metal extremadamente volátil que puede ser transportado a grandes distancias una vez se ha emitido a la atmósfera. Este metal se transforma en metilmercurio, una potente neurotoxina, que se acumula en los peces y en los animales y los humanos que los consumen.