La Obra Social “la Caixa” y el Hospital Clínic presentan los primeros biomarcadores de imagen para el diagnóstico precoz del daño cerebral en niños

Eduard Gratacós, jefe del Servicio de Medicina Maternofetal del Hospital Clínic de Barcelona y jefe del grupo de investigación en Medicina Fetal y Perinatal del l’Institut d’Investigació Agustí Pi i Sunyer (IDIBAPS) y Enric Banda, PhD y director del Área de Ciencia, Investigación y Medio Ambiente de la Obra Social ”la Caixa”, han presentado hoy en CosmoCaixa los primeros biomarcadores de imagen para el diagnóstico precoz del daño cerebral en niños.

Biomarcadores para prevenir el daño cerebral en bebés

Investigadores del Hospital Clínic, liderados por el doctor Eduard Gratacós, han presentado los primeros biomarcadores para el diagnóstico precoz de daños cerebrales en niños de menos de un año mediante el uso de técnicas de la imagen que permiten estudiar las conexiones cerebrales. El proyecto de investigación de Gratacós, financiado con 1,2 millones de euros por la Obra Social la Caixa, se inició en enero de 2011 y ha demostrado, por primera vez en el mundo, que se pueden crear predictores individuales de desarrollo cerebral anómalo estudiando las conexiones cerebrales. Gratacós, jefe del Servicio de Medicina Maternofetal del Hospital, explicó ayer en rueda de prensa que los niños con retraso del crecimiento fetal tienen con frecuencia un desarrollo cerebral diferente que se manifiesta con trastornos neurológico y dificultades del aprendizaje, que si no se detecta antes de los dos años tiene una difícil solución.

Los niños que sufrieron retraso de crecimiento fetal tienen con frecuencia un desarrollo cerebral diferente, que se manifiesta con trastornos del neurodesarrollo y dificultades del aprendizaje. Este problema es “invisible” los primeros años de vida, y cuando se pone en evidencia –generalmente a los 6-7 años-, tiene difícil solución. La estimulación precoz en los primeros años de vida podría mejorar e incluso evitar en algunos casos estos problemas, pero para ello es necesario demostrar diferencias en los cerebros, que sirvan como “biomarcadores” de un desarrollo anormal. El objetivo es un reto porque los cerebros de estos niños presentan cambios muy sutiles y, por tanto, de difícil detección con las pruebas que se utilizan actualmente, como una ecografía o una resonancia magnética.

En esta línea el grupo de Medicina Materno-Fetal del Hospital Clínic de Barcelona, dirigido por el Dr. Eduard Gratacós, centra sus dos últimos trabajos en la detección precoz de los problemas en el neurodesarrollo mediante el uso de Resonancia Magnética por difusión (difussion MRI). Esta investigación se está llevando a cabo gracias a la dotación de 1,2 millones de euros, fruto de un convenio entre la Obra Social “la Caixa” y el equipo del Clínic-IDIBAPS, gracias a la cual se están logrando importantes avances para el diagnóstico de las alteraciones del neurodesarrollo en niños. El proyecto se inició en enero de 2011 y ya ha generado los primeros resultados: los investigadores del Clínic han demostrado por primera vez que es posible crear predictores individuales de desarrollo cerebral anómalo mediante el estudio de las conexiones cerebrales por resonancia magnética en niños de un año de vida. Ambos trabajos, fueron presentados recientemente en el congreso mundial de medicina fetal en Los Ángeles, y están en proceso de ser publicados en dos revistas internacionales: Neuroimage y PLoS One.

Así, el equipo de Gratacós ha podido demostrar por primera vez que es posible desarrollar biomarcadores que predicen un desarrollo cerebral anómalo, mediante el estudio de las conexiones cerebrales. Para ello es necesario combinar diferentes tecnologías. En primer lugar, modificaron técnicas de resonancia magnética desarrolladas inicialmente para adultos y las adaptaron para poder ser aplicadas en niños de un año. Con ello consiguieron delinear las conexiones cerebrales de los niños. Un segundo reto era interpretar cuáles son las diferencias entre las conexiones cerebrales que se cuentan por millones. Para ello, los investigadores utilizaron métodos basados en teoría de grafos, desarrollados para entender la organización de redes muy complejas. De esta forma identificaron grupos de conexiones cerebrales que eran diferentes en los niños que sufrieron retraso de crecimiento. Finalmente demostraron que estas conexiones diferentes permitían predecir los resultados anómalos en los test de neurodesarrollo a los dos años de vida. En un segundo trabajo, los investigadores han demostrado conceptos similares en animales de experimentación.

Aunque se trata de resultados preliminares que necesitan más desarrollo, abren la puerta a disponer de biomarcadores individuales en la práctica clínica en pocos años. Los estudios se han realizado en niños de tan solo un año y en el futuro se aplicarán en recién nacidos. Esto permitiría predicciones precisas sobre el riesgo a sufrir trastornos del neurodesarrollo desde el nacimiento. La importancia de estos resultados también radica en la posibilidad futura de detectar de forma precoz otros problemas del embarazo, como la prematuridad o las enfermedades fetales en general. En pocos años se espera disponer de marcadores mejores y más fiables que permitirán iniciar estudios para evaluar tratamientos que mejoren el neurodesarrollo de niños que sufrieron problemas fetales.

Innovación tecnológica y excelencia profesional

El equipo de investigación en medicina fetal del Clínic es pionero en medicina y cirugía fetal y uno de los líderes en investigación en medicina fetal a nivel internacional. En más de 50 publicaciones internacionales en los últimos años ha demostrado que el retraso de crecimiento intrauterino podría explicar una parte importante de las alteraciones del neurodesarrollo y aprendizaje en niños. El retraso de crecimiento intrauterino es un problema de salud relevante. Ocurre hasta el 6-7% de los embarazos (anualmente 5 mil casos en Cataluña, 30 mil en España y más de un millón en el mundo). Aunque generalmente es leve y no produce complicaciones graves en el momento, es una causa frecuente de trastornos del neurodesarrollo cerebral y cardiovascular.

Dado que es un problema detectable, representa una oportunidad para intervenir en una de las causas principales de alteraciones de la calidad de vida y salud de un parte muy importante de la población, en el momento más sensible e importante de la vida. El Clínic desarrolla un ambicioso programa que permitirá detectar precozmente e intervenir en estos problemas, reconocido y financiado por diversas organizaciones nacionales e internacionales.

El proyecto con “la Caixa” se centra precisamente en el desarrollo de nuevos biomarcadores mediante el estudio de la conectividad cerebral, una de las líneas más atractivas por su potencial. Pero a su vez de gran dificultad tecnológica y que requiere una notable inversión en investigación para su desarrollo. La importante ayuda de “la Caixa” permitirá un impulso fundamental para generar avances y nuevas soluciones, que en pocos años se traducirán en mejoras en la calidad de vida de los miles de niños y familias que anualmente sufren enfermedades fetales y sus familias.

Fuente: Hospital Clínic
Derechos: Creative Commons