El estudio ha sido portada en 'New Phytologist'

La adaptación al clima y la historia evolutiva influyen en el número de cromosomas de las plantas

La adaptación de las plantas al clima y su historia evolutiva desempeñan un papel importante en la evolución del número de cromosomas. A esta conclusión ha llegado un estudio liderado por la Universidad Pablo de Olavide, en el que a través de un novedoso método se profundiza sobre un aspecto importante para la biodiversidad y la selección natural de las plantas.

La adaptación al clima y la historia evolutiva influyen en el número de cromosomas de las plantas
Un estudio liderado por la Universidad Pablo de Olavide ha sido destacado en la portada de la última edición de New Phytologist

El estudio, en el que además de Marcial Escudero y Modesto Luceño, investigadores de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), también participan tres investigadores de Noruega y EE UU, ha sido realizado concretamente en unas plantas denominadas “cárices” (género Carex), de la familia de la chufa y el papiro.

Estas cárices habitan en casi todos los lugares de la Tierra y agrupan a más de 2.100 especies, por lo que son de extrema importancia en el diseño de estudios destinados a generar políticas de conservación de la biodiversidad.

Según la publicación, el efecto observado del medio ambiente en el número de cromosomas refleja la selección de las tasas de recombinación de los genes (una forma de producir biodiversidad) y sugiere que la evolución de los cromosomas abre nuevas posibilidades para la selección natural de las plantas.

“Los cambios en el número de cromosomas a lo largo de la evolución pueden explicar una parte de la diversidad actual de las plantas, no sólo a través de su efecto sobre el aislamiento reproductivo, sino también mediante la promoción de la diversificación ecológica”, explica Modesto Luceño.

Reconocimiento internacional

Junto al artículo, la revista New Phytologist publica un comentario de los evolucionistas T.H. Noel Ellis, de la Universidad de Aberystwyth (Reino Unido), y Graham Moore, investigador del Centro John Innes (Noruega). Para los investigadores, desde un punto de vista científico se trata de un hecho positivo, ya que supone una forma de reconocer el valor del estudio.

El comentario concluye: “Aunque Escudero y los otros investigadores han estudiado especies silvestres no utilizadas en agricultura, hay que decir que, ante el potencial para el cambio rápido y extremo en nuestro entorno (en el que criamos nuestras especies cultivadas), sus conclusiones nos hacen pensar sobre qué estrategias necesitamos desplegar para nuestros intereses en la seguridad alimentaria”.

Fuente: Universidad Pablo de Olavide
Derechos: Creative Commons

Solo para medios:

Si eres periodista y quieres el contacto con los investigadores, regístrate en SINC como periodista.

Artículos relacionados