La Asamblea General de Naciones Unidas acordó el pasado junio celebrar hoy el primer ‘Día Mundial de la Estadística’. Los objetivos son “realzar las aportaciones de la estadística oficial al bienestar social” y reconocer la importancia de disponer de indicadores que midan el progreso de los países, explica la Sociedad de Estadística e Investigación Operativa (SEIO).
La estadística ha sido definida como la práctica de “torturar a los números para que confiesen” por Pere Grima, profesor del Grupo de Investigación de Estadística aplicada de la Universidad Politécnica de Cataluña. La frase hace referencia a que la estadística es una herramienta esencial para analizar e interpretar información, buscando patrones regulares ocultos entre grandes cantidades de datos.
En la ciencia actual, en la que la tecnología permite recolectar cada vez más y más datos, el análisis estadístico se convierte en indispensable para sacar conclusiones. Es lo que ocurre en la genómica, con un número cada vez mayor de genomas de organismos secuenciados; en la física y la astrofísica, que cuentan con detectores cada vez más sensibles; o en los datos epidemiológicos o de efectividad de fármacos –entre un sinfín de ejemplos-.
La importancia ‘sociopolítica’ de la estadística
“La Comisión de Estadística de las Naciones Unidas fue creada en 1947. Esta Comisión ha diseñado guías y una metodología de carácter internacional para ayudar a los gobiernos en su tarea de realizar informes de naturaleza estadística. Se han podido hacer comparaciones entre naciones y regiones como nunca antes se había hecho”, explica Wenceslao González Manteiga, Catedrático de Estadística e Investigación Operativa de la Universidade de Santiago de Compostela.
Sin embargo, para los usuarios no expertos y confiados, la omnipresente estadística puede ser también fuente de confusión. A nadie resultan nuevos los gráficos presentados de forma tal que transmiten perfectamente el mensaje deseado, ni las encuestas de opinión que dan resultados diferentes según quién las presenta.
Consejos para no caer en la trampa de unos datos mal presentados
Se trata de buscar el contexto de un dato. "De nada vale decir que el porcentaje de los jóvenes que viven con sus padres ha amentado en X% en la última década si no se cuenta cuánto ha aumentado la población joven en total en el mismo periodo". Asismimo, hay que tener cuidado con extender un porcentaje sobre una parte de la población a toda ella, tener en cuenta que existen márgenes de error y que los porcentajes no se suman. "Si la probabilidad de lluvia el sábado es del 50% y la del domingo también, no significa que la probabilidad de lluvia el fin semana sea del 100% -llueve seguro-".
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