Las matemáticas tienen fama de ser la materia más temida. No obstante, hay estudiantes que disfrutan tanto que piden más. ¿Cómo acompañar ese entusiasmo? Existen diversos programas gratuitos que les abren la puerta a un mundo de problemas desafiantes, cuya resolución requiere creatividad, esfuerzo y capacidad de aprender de los errores.
En un mundo como el actual, plagado de datos, es crucial entender y saber manejar diferentes conceptos para poder tomar decisiones informadas. Esta competencia matemática –es decir, la capacidad de razonar y de resolver problemas en una variedad de contextos de la vida real– se educa a lo largo de muchos años de escuela, en la asignatura de Matemáticas.
Pero en estas clases –con el fin de afianzar ciertos conceptos y herramientas centrales y, quizás, también por falta de horas y recursos–, se suelen ofrecer problemas muy parecidos, cuya resolución requiere emplear los mismos métodos. Y esto no se corresponde con los problemas de la vida real, que rara vez vienen con una receta para abordarlos.
Tampoco suele haber espacio en el currículo para mostrar la belleza intrínseca de las matemáticas: el placer de descubrir patrones, la elegancia de una demostración o la satisfacción de resolver un problema desafiante. Cambiar la imagen de las matemáticas, de una disciplina árida y mecánica hacia una actividad creativa y disfrutable, es esencial para despertar vocaciones y cultivar el gusto por pensar.
No suele haber espacio en el currículo para mostrar la belleza intrínseca de las matemáticas: el placer de descubrir patrones, la elegancia de una demostración o la satisfacción de resolver un problema
Actualmente, en España existen numerosas iniciativas, extraescolares y gratuitas, dedicadas a fomentar el gusto por las matemáticas, a través del trabajo en problemas complejos, cuya resolución requiere una cierta dosis de creatividad y reflexión profunda.
La capacidad de resolución tiene un papel muy relevante a la hora de obtener niveles superiores de competencia matemática –que, según el informe PISA de 2022, solo alcanza un 6 % de alumnos españoles, frente al 8 % de media de la UE y el 10 % de media de la OCDE–. También es muy importante fomentarla para conseguir motivar a esa –nada desdeñable– proporción del alumnado que realmente está interesado por el aspecto creativo de las matemáticas.
Este es uno de los objetivos, precisamente, de las sesiones de resolución de problemas. Permiten al estudiantado dedicar el tiempo necesario –del que a menudo no se dispone en el currículo obligatorio– a explorar problemas de creciente dificultad, que requieren nuevas técnicas o razonamientos, y fortalecer así un sentimiento de que ellos mismos están descubriendo la materia, lo que hace que su motivación crezca de forma muy notoria.
Además, se refuerza su perseverancia y tolerancia a la frustración. Y se fomenta el trabajo en grupo, que les enseña a comunicar sus ideas con claridad y a aprovechar las perspectivas de sus compañeros para resolver problemas complejos.
Talleres matemáticos. / Eva ElDuque | ICMAT-UAM
En España, se desarrollan diversas actividades de este tipo de forma gratuita, lo que es clave para promover la igualdad de oportunidades en el acceso a la capacidad matemática. Una de las iniciativas pioneras es el proyecto ESTALMAT (Estímulo del Talento Matemático), que empezó hace más de 25 años. Actualmente tiene sedes en todas las comunidades autónomas salvo Aragón, País Vasco, Navarra y La Rioja, donde existen otros talleres: el de Talento Matemático de Aragón –en Zaragoza– y de Navarra –en Pamplona–, el de Matemáticas en Bilbao, y el de Creatividad Matemática en Logroño. A esto se suma el taller de Ingenio Matemático en Málaga.
Desde hace cuatro años, el Instituto de Ciencias Matemáticas (ICMAT), en Madrid, acoge el Pequeño Instituto de Matemáticas (PIM), que reúne cada viernes a unos 150 estudiantes de todos los cursos de la ESO y bachillerato. Este año ha arrancado, también en la capital, We Solve Problems.
Todas las iniciativas consiguen que haya más alumnos motivados por las matemáticas con más herramientas para examinar de forma crítica el mundo en el que vivimos
Además, en una gran cantidad de ciudades (incluyendo Barcelona, León, Madrid, Valencia o Valladolid) existen actividades específicas de preparación de concursos de resolución de problemas como las olimpiadas matemáticas. Recientemente, la Real Sociedad Matemática Española ha añadido una versión online de estos cursos de preparación, para brindar oportunidades a todos aquellos alumnos que no pueden desplazarse a alguna de las ciudades que cuentan con una actividad de este tipo. Gran parte de estas actividades todavía tienen la inscripción abierta.
Todas ellas consiguen que poco a poco haya más alumnos motivados por las matemáticas, que han practicado y mejorado su capacidad de razonamiento abstracto y que tienen, por tanto, más herramientas para examinar de forma crítica el mundo en el que vivimos.
Sin embargo, queda todavía un largo camino por recorrer y sería deseable consolidar estas iniciativas con un apoyo institucional más consistente que ayude, entre otras cosas, a establecer canales directos que aseguren que estas oportunidades lleguen a más familias.
Eva Elduque, investigadora Ramón y Cajal en la Universidad Autónoma de Madrid, miembro del Instituto de Ciencias Matemáticas y organizadora del Pequeño Instituto de Matemáticas
Pablo Hidalgo, investigador posdoctoral en la Universidad de Barcelona y coordinador del Taller Virtual de la Real Sociedad Matemática Española. Antes fue profesor del Pequeño Instituto de Matemáticas y coordinador de sesiones de preparación de olimpiadas matemáticas en Madrid.