Conferencias de los paleontólogos Jordí Agustí y José Antonio Arz

La evolución cultural en el ser humano pesa más que la biológica

La evolución cultural ha reemplazado en la especie humana a la evolución biológica debido, sobre todo, a que se ha invertido el control que ejercía el medio ambiente sobre dicha evolución. Así lo ha asegurado el paleontólogo Jordi Agustí, profesor de investigación en el Instituto de Paleontología Humana de la Universitat Rovira i Virgili-DURSI, durante la conferencia que ha impartido “Patrones evolutivos en la evolución humana”, en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza, dentro del ciclo de conferencias Bicentenario Darwin.

La evolución cultural en el ser humano pesa más que la biológica
El paleontólogo Jordi Agustí, momentos antes de impartir su conferencia en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza.

En opinión de Jordi Agustí, hasta hace muy poco era el medio ambiente el que controlaba la evolución, pero el ser humano ha logrado modificarlo y ajustarlo a sus fines. Agustí ha explicado que, en ocasiones, el análisis histórico de las variaciones que ha experimentado la evolución del árbol evolutivo humano ha estado sesgado por factores ideológicos más que científicos. En este sentido, el científico ha recordado que han sido recurrentes dos posicionamientos: uno, que ha valorado siempre este proceso evolutivo como sencillo y gradual, con pocas especies. Por el contrario, en el otro extremo, se ha calificado la evolución humana de muy compleja.

Para este paleontólogo, los datos y estudios científicos han demostrado que el proceso evolutivo humano ha sido mucho más complejo de lo que siempre se ha creído, normalmente con diversas especies de homínidos coexistiendo al mismo tiempo. Sin embargo, tras la revolución del Neolítico, surge con más fuerza la evolución cultural y ha recordado que hace ya dos 2.600.000 años apareció la capacidad cultural (la capacidad de fabricar herramientas). Hasta entonces, el ser humano había sufrido el motor de la evolución –selección natural—pero a partir de entonces surgió la capacidad de acumulación, es decir, la evolución cultural se intensificó mucho más.

El profesor Agustí es doctor en Ciencias Biológicas por la Universidad de Barcelona y desde 1985 dirige el Instituto de Paleontología de M. Crusafont de la Diputación de Barcelona. Ha dirigido diversos proyectos de investigación europeos sobre la evolución de los ecosistemas terrestres durante el Neógeno y el Cuaternario, así como campañas paleontológicas en Libia y Georgia.

José Antonio Arz homenajea a Darwin
La Universidad de Zaragoza ha contado con otra conferencia dentro de sus actos de conmemoración del 200 aniversario del nacimiento de Darwin, padre de la teoría de la evolución de las especies, como viene realizando desde el pasado mes de febrero con distintas actividades. De hecho, José Antonio Arz Sola, profesor titular de Paleontología de la Universidad de Zaragoza, ha aludido a la “Reconstrucción de la escena del crimen del asesinato masivo de finales del Cretácico”, dentro del ciclo Fósiles Evolución y Darwin, organizado por el grupo Aragosaurus, en el salón de Actos del edificio de Geológicas.

José Antonio Arz ha detallado cómo en el límite entre los periodos Cretácico y Terciario (K/T) se produjo una extinción masiva, con la muerte del 70% de las especies presentes en ese momento (dinosaurios, amonites, plancton marino) , hace 65 millones de años. Dicha extinción estuvo provocada por la caída de un meteorito gigante, cuyo cráter se encuentra en Chixulub, en la península de Yucatán. Esto provocó el oscurecimiento de la tierra, durante un periodo largo de tiempo por lo que todos los ecosistemas se vieron alterados.

Fuente: Universidad de Zaragoza
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