La localidad palentina de Osorno será la sede de una planta de biomasa que funcionará con paja

"Hay que saber separar la paja del grano", advierte el refranero español haciendo referencia a despojarse de lo inservible, como es la paja. Pues parece que las tornas están cambiando, o por lo menos es lo que pretende una empresa de biomasa en Osorno, Palencia. La gran preocupación mundial de nuestros días se centra en el cambio climático, el calentamiento global y la contaminación: hay que ayudar a nuestro maltrecho planeta Tierra. Y si las tecnologías del siglo XIX y XX fueron las pioneras, son ahora las del siglo XXI las que están dispuestas a hacer frente al nuevo reto.

Una compañía inglesa desarrolla el proyecto en la localidad palentina
Instalaciones de la empresa en Osorno. Foto: DICYT.

Éste es el caso de la empresa de capital inglés que se quiere instaurar en la pequeña localidad de Tierra de Campos. Osorno se encuentra a apenas a 50 kilómetros de Palencia y, con poco más de 1.400 habitantes, está a punto de convertirse en una de las pocas poblaciones españolas en contar con una planta de electricidad con la paja como combustible.

Pero, ¿por qué la paja como combustible? "La escasez de recursos de combustibles fósiles, nos lleva a volver a utilizar los que se utilizaban anteriormente, y en este caso la paja", explica el gerente de Eco2 en España, Luis Miguel. Y lo harán precisamente en Osorno porque hay excedente de paja y es un municipio con buenas comunicaones, cerca de las autovías Burgos-León y Palencia-Santander.

Para 65.000 hogares

Al tratarse de una empresa de biomasa, la preocupación se centra en el medio ambiente, de hecho la energía generada evitará la emisión de 250.000 toneladas de dióxido de carbono que se producirían utilizando combustibles fósiles. Pero no sólo los beneficios de esta futura planta energética recaerán sobre la naturaleza, también sobre el entorno de los osornenses, ya que se generará 300 millones de unidades de electricidad verde cada año, que es la energía que consumen anualmente 65.000 hogares. "Queremos poner en valor los recursos no utilizados actualmente. En Castilla y León hay casi cuatro millones de toneladas de excedente de paja. En concreto en la zona donde queremos implantarnos no se consume, se pica y comienza a producir problemas de siembra y de salud. Y lo que vamos a hacer nosotros es utilizar esos recursos para generar electricidad", asegura Luis Miguel.

Y es que una de las ventajas de la paja como fuente de energía, como biomasa, es que las estructuras de recogida y de suministro están ya implantadas y hay una gran capacidad de recolección y de transporte, algo que no ocurre con otras fuente de energía. Además, la planta tendrá una capacidad de generación de 40 megavatios con un consumo de paja de 238.000 toneladas al año, que supondrán unos ingresos para los productores de 10 millones de euros anuales y se pagarán 42 euros por tonelada de paja entregada de fábrica. Por el momento, "ya hemos contratado 50.000 toneladas de paja que serán necesarias para poner en funcionamiento la planta", explica el gerente de Eco2.

De momento, Osorno tendrá que esperar unos dos años para ver sobre sus tierras esta planta de biomasa, que, eso sí, no dañará el entorno, porque, como explica Luis Miguel, "para minimizar el impacto visual de la instalación, ésta estará rodeada de una zona ajardinada y protegida con árboles de gran porte que contribuirán a integrar los edificios en el entorno".

Cómo operará la planta

La paja se quema en unas condiciones de estricto control para obtener un rendimiento óptimo del combustible y unas emisiones mínimas. El calor obtenido transforma el agua en vapor a presión que mueve una turbina y ésta, a su vez, mueve un generador de producción de electricidad. De esta forma, el vapor de agua es condensado a la salida de la turbina en enfriadores de aire y el agua obtenida vuelve a la caldera para reiniciar el ciclo.

¿La planta produce olores? No. La chimenea no emite olores. El olor natural del almacenamiento de la paja se controla limitando el tiempo de almacenaje, y manteniéndola en los almacenes cerrados.

Otra pregunta interesante para muchos es si la planta de biomasa produce ruidos, pero sus responsables aseguran que la instalación no es en absoluto un vecino ruidoso. Las experiencias anteriores han demostrado que el efecto sobre las zonas residenciales cercanas, en este caso, la localidad palentina de Osorno, es insignificante.

Fuente: DICYT
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