La nave de la misión Cassini de la NASA y la ESA ha detectado por primera vez sales de sodio en el hielo del anillo E de Saturno. Este anillo se reabastece de material procedente de los penachos de vapor de agua y granos de hielo que emite la luna Encélado, por lo que bajo la superficie de este satélite podría existir un océano, según publica hoy la revista Nature.
Los científicos de la misión conjunta Cassini, de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), han detectado por primera vez sales de sodio en granos de hielo de uno de los anillos de Saturno, el “E”, que se reabastece principalmente de la materia que integra los penachos de vapor de agua y granos de hielo que se desprenden de la luna Encélado de Saturno.
La detección de este hielo salado ha llevado a los investigadores a proponer que la pequeña luna aloja reservas de agua líquida, o tal vez incluso un océano, debajo de su superficie, según publican hoy en la revista Nature.
La nave Cassini descubrió en 2005 los penachos surgiendo de fracturas próximas al polo sur de Encélado. En estas emisiones se expulsan minúsculos granos de hielo y vapor, que en ciertos casos escapan a la fuerza gravitacional de la luna y engrosan el anillo E, el más exterior de Saturno. El Analizador de Polvo Cósmico de Cassini examinó las propiedades de esos granos y encontró sal de sodio (la sal de consumo humano) en su composición química.
“Estamos convencidos de que el material salino de las profundidades de Encélado emergió de entre las rocas del fondo de una capa líquida”, explica Frank Postberg, investigador del Instituto de Física Nuclear Max Planck de Heidelberg (Alemania) y autor principal del estudio.
Los científicos que, como Postberg, trabajan en el Analizador de Polvo Cósmico consideran que debe de existir agua líquida, ya que es lo único que puede disolver cantidades de minerales tan grandes como las que evidencian los niveles de sal detectados. El proceso de sublimación, mecanismo por el que el vapor es liberado directamente del hielo sólido de la corteza, no justifica la presencia de sal.
El estudio de los granos del anillo E, realizado mediante análisis químicos de miles de impactos de partículas a alta velocidad registrados por Cassini, ofrece información indirecta sobre la composición de los penachos y del contenido de Encélado. Los científicos han comprobado que las partículas del anillo E son prácticamente de hielo de agua puro, pero cada vez que el analizador de polvo verificó su composición siempre encontró algo de sodio en ellas.
“Nuestras mediciones implican que además de sal de mesa, los granos también contienen carbonatos como la sosa, y ambos componentes en concentraciones que coinciden con la composición prevista de un océano en Encélado”, comenta Postberg.
El científico señala además que los carbonatos “también aportan un valor pH ligeramente alcalino, y si la fuente del líquido es un océano, esto, unido al calor medido en la superficie cercana al polo sur de la luna y a los compuestos orgánicos hallados en los penachos, podría configurar un entorno en Encélado adecuado para la formación de precursores de la vida”.