Científicos del Instituto de Investigaciones Alimentarias de Reino Unido (IFR por sus siglas en inglés) han detectado cambios sutiles que podrían hacer que el intestino sea más vulnerable al desarrollo de tumores. El hallazgo representa un nuevo modo de identificar defectos que eventualmente podrían desembocar en cáncer.
Con la ayuda de la Agencia de Estándares en Alimentación y del Consejo de Investigaciones Biotecnológicas y Biológicas (BBSRC, por sus siglas en inglés), científicos del IFR han investigado si la dieta podría controlar estos cambios y retrasar o invertir la aparición del cáncer.
“Hemos analizado los cambios en 18 genes que intervienen en las etapas más tempranas del cáncer colorrectal”, señala Ian Jonson, del Instituto de Investigaciones Alimentarias. “Y hemos detectado claras diferencias químicas en estos genes, en tejidos normales, en pacientes oncológicos”, añade.
Todas las células contienen en su ADN nuclear un conjunto completo de instrucciones para todo el organismo, pero para definir la estructura y funciones especializadas de cada tipo de célula, los genes deben ser conectados o totalmente desconectados durante en el transcurso del ciclo de vida de la célula.
Uno de los mecanismos que controla la actividad de los genes en una célula es el “código epigenético”, un conjunto de etiquetas químicas unidas a la molécula de ADN, que marcan a genes individuales para su expresión o para su silencio. Es bien conocido que el comportamiento anormal de las células cancerosas se debe en parte a errores en el código epigenético, algunos de los cuales conectan genes de crecimiento, mientras que otros desconectan genes, que de otra manera, harían que las células anormales se destruyeran a sí mismas.
Los investigadores del IFR están estudiando la posibilidad de que dichos errores en el código epigenético pudieran empezar a ocurrir en tejidos aparentemente normales, mucho antes de la aparición de un tumor.
En este estudio publicado en el British Journal of Cancer, los científicos midieron los números de grupos metilo unidos a un ADN extraído de las células que revisten el intestino delgado de los pacientes con cáncer intestinal. Encontraron cambios sutiles que podrían hacer a toda la superficie del intestino más vulnerable al eventual desarrollo de tumores, provocando la ‘adicción’ de células a la expresión génica anormal.
Algunos de estos cambios parecen ocurrir de forma natural con la edad, pero, con el apoyo de la Agencia de Estándares en Alimentación, el IFR está investigando la posibilidad de que factores en nuestro estilo de vida, como la dieta, la obesidad y el ejercicio, pudieran acelerar o retrasar la metilación del ADN a medida que envejecemos, otorgando cierto grado de control a largo plazo sobre este aspecto de nuestra salud.
El profesor Nigel Brown, director de Ciencia y Tecnología del BBSRC señala: “La investigación básica en el campo de la epigenética está contribuyendo ya a nuestro conocimiento sobre la salud humana. Comprender cómo funcionan los procesos epigenéticos para mantener las células y tejidos sanos es la clave para conservar la salud a largo plazo, ya que la interrupción de estos procesos normales podría provocar la enfermedad en fases posteriores”.
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Referencia bibliográfica:
British Journal of Cancer (2008) doi:10.1038/sj.bjc.6604432