Los machos de papamoscas exhiben marcas blancas en el plumaje de la frente, un indicador de carácter sexual secundario que señala su categoría dentro de la población. Solo las hembras del sur de Europa, donde los recursos son más limitados, muestran esta mancha que señala una posición de dominación frente a otras, según un estudio del Museo Nacional de Ciencias Naturales.
El papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca) es una ave migratoria de pequeño tamaño que se distribuye de forma fragmentada en zonas montañosas de la península ibérica. En los machos de esta especie las manchas del plumaje tienen un carácter sexual secundario que indica su posición social: los machos cuya mancha es mayor se emparejan antes y son más hábiles en los enfrentamientos con otros machos.
Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) han estudiado estas mismas manchas en el plumaje de las hembras de papamoscas que podrían determinar su rango en el grupo. En concreto, han analizado la diferencia de comportamiento entre las hembras que tienen una marca blanca en el plumaje de la frente y las que no. Los resultados sugieren que esta mancha podría ser una señal de dominación de unas hembras frente a otras, igual que ocurre con los machos.
Judith Morales, investigadora del MNCN contextualiza el estudio: “Tradicionalmente los estudios sobre selección sexual se han centrado en los ornamentos de los machos siguiendo el patrón estándar de comportamiento sexual en el que los machos compiten y las hembras eligen. Sin embargo, es frecuente que las hembras desarrollen los mismos caracteres sexuales secundarios que presentan los machos y en este estudio hemos analizado qué función podrían desempeñar”.
Los científicos han observado cómo en una de las poblaciones ibéricas de papamoscas algunas hembras exhiben también esta mancha blanca en la frente.
“Muchas hembras de papamoscas de la península ibérica también exhiben esta marca blanca. Una posibilidad es que la selección sobre las señales sexuales sea más fuerte en estas latitudes que en el resto de Europa, posiblemente porque los recursos son más escasos y hay mayor competencia entre las hembras”, explica Morales.
Asimismo, los resultados indican que el nido es tan valioso para las hembras como para los machos y que, si es necesario, también se comportan agresivamente para defenderlo.
Para analizar el papel de esta marca los investigadores simularon la presencia de hembras intrusas colocando señuelos de hembras naturalizadas con y sin marca al lado de los nidos. Las hembras atacaron y se acercaron un 16% más a los señuelos sin mancha que a los señuelos con mancha y aquellas con plumaje blanco en la frente fueron más agresivas y los atacaron con más frecuencia.
Los resultados apuntan a que, igual que en los machos, esta señal podría marcar la jerarquía entre las hembras y establecer las relaciones de superioridad en las interacciones entre ellas.
Referencia bibliofráfica:
Morales, J., Gordo, O., Lobato, E., Ippi, S., Martínez-de la Puente, J., Tomás, G., Merino, S., Moreno J. (2014) Female-female competition is influenced by forehead patch expression in pied flycatcher females. Behavioral Ecology and Sociobiology DOI: 10.1007/s00265-014-1730-y.