Las hembras poliándricas minimizan el riesgo de tener poco éxito reproductivo

Un estudio, publicado en Proceedings of the Royal Society B y liderado por el CSIC, confirma la hipótesis de que las hembras intentan asegurarse de que su progenie tenga las mejores características para su supervivencia. El trabajo, realizado en condiciones de laboratorio, ha tomado al erizo de mar (Heliocidaris erythogramma) como animal modelo.

 Erizo de mar adulto. / CSIC
Erizo de mar adulto. / CSIC

Las hembras que practican la poliandria –el apareamiento con varios machos en un mismo episodio reproductivo– podrían minimizar los riesgos de que su progenie herede las características de un macho que no sea lo suficientemente competitivo dentro de su entorno.

Esta es una de las principales conclusiones a las que ha llegado un estudio internacional liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y que ha sido publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B. El trabajo, realizado en condiciones de laboratorio, ha tomado al erizo de mar (Heliocidaris erythogramma) como animal modelo.

La poliandria permite también que exista selección sexual también después del apareamiento

“Estos resultados apoyan la hipótesis de que el apareamiento múltiple por parte de la hembra puede incrementar las posibilidades de que encuentre un macho genéticamente compatible y, por tanto, de engendrar una descendencia viable”, explica el investigador del CSIC Francisco García‐González, de la Estación Biológica de Doñana.

Según este estudio, la poliandria permite también que exista selección sexual también después del apareamiento, ya que en la competencia entre machos gana, es decir, fecunda los óvulos, el esperma con características más competitivas. La selección postcópula favorece que la descendencia reciba caracteres ligados al éxito de la fecundación y la supervivencia.

“Esto es importante porque confirma un mecanismo de evolución basado en la selección natural en contra de fenómenos estocásticos. Este mecanismo es similar a diversificar la apuesta, de tal manera que el éxito reproductivo no recae en la apuesta a una sola carta. Este estudio demuestra que dicho mecanismo puede jugar un papel clave en la evolución de los sistemas de apareamiento”, concluye García González.

Referencia bibliográfica:

Francisco Garcia‐Gonzalez, Yukio Yasui, Jonathan P. Evans. Mating portfolios: bet‐hedging, sexual selection and female multiple mating. Proceedings of the Royal Society B. DOI:10.1098/rspb.2014.1525

Fuente: CSIC
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