Las conclusiones se publican en ‘Oecología’

Las plantas invasoras también pueden hacer favores a las autóctonas

Un estudio pionero demuestra con pruebas empíricas cómo las especies de plantas invasoras de ecosistemas mediterráneos, como la chumbera, pueden robar los polinizadores a las nativas, o, sorprendentemente atraerlos beneficiando a toda la red, como el bálsamo. El trabajo contradice la hipótesis del “mercado de flores” en la que sólo las invasoras se ven beneficiadas y las nativas pierden visitas.

Las plantas invasoras también pueden hacer favores a las autóctonas
Un insecto polinizador en una flor de Carpobrotus affine acinaciformis. Foto: SINC / Ignasi Bartomeus.

Las invasiones biológicas (especies transportadas por el ser humano fuera de su región de origen a otras regiones donde se establecen y expanden) son una de las mayores causas de perdida de biodiversidad. Las plantas luchan por los nutrientes, el espacio y la luz, pero también por los insectos polinizadores.

En este contexto, científicos de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), de la Estación Biológica de Doñana del CSIC y del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), han publicado en la revista Oecología un estudio que se aproxima al problema. Según la investigación, en lugares invadidos, la presencia de las plantas invasoras puede incrementar las visitas a la mayoría de las plantas autóctonas. Se contradice así la hipótesis del “mercado de flores”, en la que sólo las invasoras se ven beneficiadas y las nativas pierden visitas.

Ignasi Bartomeus, investigador en la UAB y autor principal del estudio, señala a SINC algunos detalles importantes: “las invasiones no siguen un único patrón; por eso es necesario comprender los mecanismos y la estructura por los cuales compiten con las especies autóctonas”.

Las dos plantas invasoras estudiadas, Opuntia stricata –un tipo de chumbera- y Carpobrotus affine acinaciformis –también llamado Uña de Gato o bálsamo-, ofrecen flores más vistosas y ricas en polen que el resto de las plantas nativas y reciben muchas más visitas que éstas últimas.

El estudio revela que las plantas invasoras desempeñan un papel central en la red de polinización de las plantas, ya que Opuntia stricta ha recibido, durante el periodo de estudio, un 30,9% de las visitas de insectos y Carpobrotus affine acinaciformis, un 43,4%.

Los científicos han descubierto que, cuantos más recursos disponibles haya en la comunidad, más polinizadores se verán atraídos hacia todas las plantas, aunque todavía no se sepa si el efecto en la semilla de la planta autóctona es positivo o no. Es el caso del Carpobrotus, que puede tener efectos que ayudan a la polinización de las plantas autóctonas.

Los investigadores observaron 23 insectos polinizadores para Carpobrotus y 17 para Opuntia. Las dos plantas invasoras presentan un efecto diferente respecto a las plantas nativas. En el primer caso, ningún insecto polinizador fue exclusivo, mientras que en el segundo, la abeja carpintera (Xilocopa violacea) realizó visitas en exclusiva. “Las flores de la Opuntia copan el mercado, atrayendo a todos los polinizadores de la zona a sus flores, mientras que el Carpobrotus atrae a más polinizadores a la zona, pero todas las plantas se ven beneficiadas”, apunta Bartomeus.

El estudio concluye que Carpobrotus puede mejorar la reproducción de las plantas autóctonas mientras que Opuntia la reduce. Bartomeus confirma a SINC que “la presencia de las plantas invasoras puede alterar la estructura de la comunidad, siendo los efectos a largo plazo difíciles de predecir”.

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Referencia bibliográfica:

Bartomeus I., Vila M., Santamaría L. “Contrasting effects of invasive plants in plant-pollinator networks” Oecologia 155(4): 761-770 ABR 2008.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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