Por la magnitud del cambio climático en el pasado de la Tierra, las futuras temperaturas podrían aumentar más de lo que se ha proyectado, como lo hicieron hace entre 30 y 100 millones de años, si la sociedad continúa emitiendo gases de efecto invernadero al mismo ritmo. Así lo confirma la revista Science en un estudio realizado por el Centro Nacional de Investigación Atmosférica de EE UU (NCAR, por sus siglas en inglés).
Los investigadores, liderados por Jeffrey Kiehl, investigador en el NCAR, examinaron la relación entre las temperaturas mundiales y los altos niveles de dióxido de carbono de la atmósfera de hace decenas de millones de años.
Según el equipo de científicos, si las emisiones de CO2 continúan al ritmo actual hasta finales del siglo XXI, las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero alcanzarán niveles de hace entre 30 y 100 millones de años, cuando las temperaturas del planeta estaban, de media, a 16ºC por encima de los niveles preindustriales, es decir a 31ºC.
“Las temperaturas del planeta pueden aumentar de forma gradual durante siglos o milenios como respuesta al dióxido de carbono”, explica Kiehl. Según estudios de modelo informático de los procesos geoquímicos, los elevados niveles de CO2 pueden permanecer en la atmósfera durante decenas de miles de años.
Con la quema de combustibles fósiles, los niveles atmosféricos de dióxido de carbono podrían alcanzar de 900 a 1.000 partes por cada millón a finales de este siglo. Los niveles actuales son de 390 partes por cada millón y los preindustriales de cerca de 280 partes por cada millón.
“Si no empezamos a trabajar seriamente para reducir las emisiones de carbono, estamos poniendo al planeta en una posición que la especie humana no ha experimentado jamás”, declara Kiehl, científico climático especializado en estudiar el clima global durante el pasado geológico de la Tierra. “Comprometeremos a la civilización humana a vivir en un mundo diferente durante varias generaciones”, añade.
El pasado de la Tierra como indicador
A través del análisis de estructuras moleculares en materiales orgánicos fosilizados, los investigadores demuestran en Science que es “probable” que los niveles de dióxido de carbono alcanzaran hace 35 millones de años de 900 a 1.000 partes por millón.
Los altos niveles de dióxido de carbono en la antigua atmósfera mantuvieron los trópicos entre 5 y 10ºC por encima de las temperaturas de la actualidad y las regiones polares estaban entre 15 y 20ºC por encima de las temperaturas de ahora.
Kiehl aplicó formulas matemáticas para mostrar que la temperatura media de la Tierra hace entre 30 y 40 millones de años era de unos 31ºC, una temperatura “considerablemente” más alta que la temperatura media preindustrial de unos 15ºC.
El sistema climático del planeta actual podría llegar a ser, durante largos periodos de tiempo, al menos el doble de sensible al CO2 que lo que los modelos informáticos han proyectado, y que se han centrado en tendencias de calentamiento a corto plazo por no han sabido incorporar procesos como la pérdida de placas de hielo.